¡Thor: Ragnarok es una maldita obra de arte!

El fin de semana pasado, harto de leer reseñas que denostaban o defendían esta pieza cinematográfica, decidí ir a verla, pese a que a estas alturas ya detesto el acto social de ir al cine.  De entrada, fue lamentable ver la publicidad de empresas ultra globalizadas, alegar que defienden y son portavoces de nuestras tradiciones (esto por el Día de Muertos y la película Coco, de la cual escribiré en otra ocasión). Thor: Ragnarok (2017), inicia de una forma muy inusual para este personaje que Marvel no ha bajado de ser una estúpida bolsa de músculos. Empieza con algo inaudito: el fortachón está reflexionando. Por si esto no fuera lo suficiente ofensivo para el espectador atónito, Thor experimenta un sentido del humor muy ajeno a sus otras películas.

Hasta este punto uno en vez de enojarse dice: “bueno, vale madres, diviérteme”. Es cuando uno se entrega a este largometraje sin sentido y disparatado, hasta su último momento, cuando uno se da cuenta que está frente a una obra de arte. Para empezar, la obra de arte rebasa a su propio autor, todos conocemos ese urinario horrible que inauguró la época del “readymade”, pero ¿todos conocemos a Duchamp? ¿Quién diablos es ese?

Lo mismo sucede con el director de esta película. Si no lees cómics, si no estuviste esperando por meses está película (como buen ñoño fan de los cómics), no sabrás quién demonios es “Waikikí”, apodo que le puse al director de Ragnarok, Taika Waititi. La película lo rebasó, buena o mala, ya lo rebasó. Y es que el arte no se define tan sencillamente con decir que es bueno o malo.

Al hablar de “Post Tenebras Lux” de Reygadas, no podemos decir que es buena o mala; las categorías estéticas para evaluarla, quizá se quedan cortas. Sin embargo, el tipo logró dejarnos en estado de shock y así logró ganar Cannes. Incluso muchos ni recuerden quién es Reygadas, pero sí ubican su escena con el diablito digital que sale en el principio de su obra. Al igual que con “Heli” del también director mexicano Amat Escalante, quien como Reygadas se llevó la Palma de Oro en Cannes.

Desde el principio ya te preguntas “¿qué diablos pasa en pantalla?” “Heli” también inicia con un cuerpo suspendido de un hilo al igual Thor (fíjense en los paralelismos). Ahora bien, para aquellos puristas de los cómics, que quieren ver el comic en pantalla: por favor, ya no vayan al cine, quédense en la comodidad de sus casas leyendo sus impresiones o PDF; si quieren coherencia con la historia del cómic, dirijan sus patéticas “fanmade” shorts y no fastidien a los verdaderos artistas que lo que hacen es innovar en materia narrativa.

Ni Tim Burton (tan amado por todos) se tentó el corazón a la hora de sacrificar Batman (su obra de arte), por apegarse a la historia del cómic. Tim Burton decidió que su Batman sería un asesino y hasta nuestros días, todavía hay quienes sostienen que su Batman fue el mejor. Hoy en día, hablando estrictamente de arte trascendental, prefiero el Batman de Schumacher, que disgustó más y está más presente en la memoria del espectador.

Un elemento estético que se me hizo fantástico, fue la fusión de historias; sólo un retrasado mental o un verdadero genio, combinarían las sagas de “Thor” y “Planet Hulk”, considerando que es de lo más kitsch que se puede llegar a ser. Por lo que elijo descartar el retraso mental y lo dejaré en genio visionario. En cuanto a lo visual, que es de lo que más se habla, junto con el diseño de sonido y los demás rollos de cine que nos hacen ver más interesantes a los “críticos”, yo quiero apuntar esto haciendo un símil con el mundo del arte: si en “Civil War”, Joe y Anthony Russo, se echaron un Turner, este “Waikikí” (así le digo de cariño) se echó un Roy Lichtenstein.

Finalmente, recapitulando el por qué “Thor: Ragnarok” es una obra de arte, quiero reflexionar lo siguiente: la película la han visto muchos y no saben exactamente qué carajos vieron, ni por qué se mezclan tantas historias de forma arbitraria. Yo mismo salí del cine pensando ¿qué mierda acabo de ver? Sin embargo, sentí y disfruté este filme. El portal Rotten Tomatoes la tiene en 93%, eso es suficiente para saber que es una obra de arte. Si no, imagínense qué pensaban aquellos que censuraban las obras tempranas de Kandinsky.

https://www.youtube.com/watch?v=rA9DpARjrc8

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