La Noche Blanca llegó a su onceava edición y repitió su éxito como un proyecto de identidad cultural al congregar a más de 50 mil personas que salieron a las calles para tomar la ciudad y disfrutar la oferta de diferentes disciplinas artísticas con talentos locales, nacionales e internacionales. En esta ocasión La Noche Blanca celebró su primera víspera, el 17 de mayo, con una noche dedicada a las galerías y nuevas movilidades. La respuesta a esta invitación superó las 10 mil personas que pasearon por 36 galerías ubicadas en los alrededores de los barrios de Santa Ana, Santiago, Mejorada, Santa Lucía, San Juan, San Sebastián y otras fuera del centro, siendo las de mayor afluencia Soho Galleries, Nahualli Casa de los Artistas, Le Cirque Galería de Arte, La Sala Art & Desing Gallery y la Galería Universitaria CAHAD.
“La Víspera” también fue una invitación a recorrer las calles y conocer anécdotas poco conocidas de casas, personajes famosos y esquinas con historia a través de los 15 recorridos temáticos que se ofrecieron a partir de las 8 de la noche y a los cuales asistieron mil personas. Para estos recorridos se contó con el apoyo de integrantes de la Provincia Yucatán de la Asociación de Scouts de México, guías de turistas, el colectivo “Haz tu esquina” y del proyecto de Maricruz Hernández “Noches de Leyenda”, este último que fue el de los más concurridos.
La oferta del día anterior de La Noche Blanca incluyó activaciones de danza con mujeres y la oferta de bazares creativos, donde se podían encontrar artículos de ilustración, bolsos, bisutería, playeras hasta artículos con caracol y coco, arte en madera, litografías, stickers, pinturas, bordados y discos de vinil, entre otros artículos, gracias al talento del Centro Municipal de Emprendedores, el Colectivo Bazar y el Colectivo Emprendedores Creativos.
El sábado 18, La Noche Blanca lució el arte a tope gracias a la alianza entre galerías, museos, teatros, foros alternativos y restaurantes que durante seis horas continuas mantuvieron cautivos a más de 40 mil espectadores. En las calles del centro histórico fue común el ir y venir de familias, grupos de jóvenes y turistas en busca del mejor espectáculo bajo la luz de la luna llena. Las nuevas exposiciones del Centro Cultural Olimpo, con el arte de Jaime Barrera (pintura), Alexa Torre y José Luis Rodríguez de Armas (instalación) y Alonso Gutiérrez (pintura), que fueron inauguradas por el Alcalde Renán Barrera Concha, marcaron el inicio de la velada de arte a tope, mientras la música de la pianista japonesa Tomoko Mukaiyama sonaba en el Teatro Peón Contreras.
Entre los artistas invitados que llegaron de otras tierras para compartir su arte fue común escuchar durante sus espectáculos agradecimientos por estar en una ciudad como Mérida donde se observa un gran movimiento cultural. Este fue el caso de Los Sabineros, que viajaron desde Granada, España a Mérida, el bailarín costarricense Terry Edward y Diego Pérez, desde Argentina, este último el productor musical de Nación Ekeko, proyecto que se presentó el 17 y 18 con una fusión de sonidos, juego de luces y electrónica que transportaron a los presentes a un viaje por las culturas de Latinoamérica,
La danza fue muy aplaudida en las tres presentaciones de los bailarines Joseph Tsosch y Alisa Tsitseronova y el grupo Kizomba sin fronteras y Alma Latina. Lleno total tuvieron también las dos funciones de teatro musical “Revival: A Broadway Night” de la Universidad Anáhuac Mayab. La “Orquesta Pérez Prado, las auténticas estrellas” mantuvieron cautivas a más de dos mil personas en la Plaza Grande, donde se armó el baile por una música que no tiene edad ni pasa de moda gracias a las “estrellas de Pérez Prado”, como nombraban cada uno de los temas que tocaron, desde “Qué le pasa a Lupita (No sé)”, “Pachuco Bailarín”, “Caballo negro”, “Taxi libre” hasta el famoso “Mambo No. 8” con el que cerraron la velada.
Sedes como el Palacio de la Música, los Teatros “José Peón Contreras”, “Daniel Ayala Pérez”, “Felipe Carrillo Puerto, así como la ESAY y el patio del Edificio Central de la UADY se unieron a la fiesta con diferentes proyectos. Por las calles del centro histórico también fue común ver artistas callejeros que complementaron con música, arte circense y danza la programación de La Noche Blanca. Los artistas locales demostraron por qué se han mantenido en el gusto de los yucatecos, como se pudo apreciar en los espectáculos de Grandes Canciones con Eduardo Vázquez, Ruperta Pérez Sosa, Calavera Show, Swinga hasta la obra de Dzereco y Nohoch “Dos meridanos muy yucatecos” que hicieron una fusión musical con la Orquesta de Cámara de Mérida.
El proyecto de La Noche Blanca se hizo extensivo al público infantil con títeres. También tuvo actividades de cine, gastronomía, literatura, teatro y la pasarela “Luna Bohemia” en la que se presentaron prendas de moda contemporánea con materiales amables con la naturaleza. De los proyectos innovadores que ocuparon las calles llamó la atención “Sorecer 360°”, donde decenas de meridanos vivieron una experiencia de realidad virtual a través de visores donde te hacían sentir estar inmerso en la danza contemporánea mientras los bailarines mantenían interacción con los observadores en las dos presentaciones que armaron a las puertas de la Catedral.
Mexican Dubwiser, uno de los grupos que cerró la Noche Blanca, atrapó con sus sonidos electrónicos fusionados con cumbia. La cultura en pro del medio ambiente también se hizo presente con el proyecto “Adopte un árbol” de la Unidad de Desarrollo Sustentable, en el que fue común ver a jóvenes solicitando un arbolito. Las galerías reportaron que entre ambos días se vendieron 19 obras de arte, demostrando que avanza el interés por consumir arte. Entre “La Víspera” y La Noche Blanca se ofrecieron más de 200 espectáculos con más de 800 artistas en 88 sedes que lograron cautivar a meridanos y visitantes, que ya esperan las sorpresas que traerá la siguiente edición de este programa.