Brahms y Dvorak este fin de semana con la OSY

La Orquesta Sinfónica de Yucatán interpretará dos obras monumentales este 27 y 29 de enero: las Danzas Eslavas de Dvořák y la Sinfonía No. 1 de Brahms, este fin de semana en el Palacio de la Música, nueva sede permanente de la Temporada 39 de la OSY. ¡Boletos a la venta...!

De dos talentosos compositores, con tendencias musicales diferentes pero unidos en la colaboración y la pasión por la música, el checo Antonín Dvořák y el alemán Johannes Brahms, la Orquesta Sinfónica de Yucatán interpretará este fin de semana obras con las que han alcanzado la inmortalidad. Integrada por músicos de alto nivel profesional, la OSY consolida su trayectoria artística con la presentación los días 27 y 29 de enero en el auditorio del Palacio de la Música las Danzas Eslavas, Op. 46 de Dvořák y la Sinfonía No. 1, Op. 68 de Brahms, bajo la batuta del maestro Juan Carlos Lomónaco.

La máxima agrupación musical busca compartir lo mejor de su repertorio en su actual Temporada de Conciertos 39 con el segundo programa que incluye la música por excelencia nacionalista del checo Dvořák (1841- 1904) y del continuador del romanticismo decimonónico, el alemán Brahms (1833-1897). Las Danzas Eslavas conforman una serie de 16 obras para orquesta compuestas entre 1878 y 1886 y publicada en dos grupos: Opus 46 y Opus 72, y son piezas, animadas y abiertamente nacionalistas y aclamadas, por lo que hoy forman parte de las obras más memorables de su autor y de la cultura popular checa.

Originalmente escritas para piano a cuatro manos, las Danzas Eslavas fueron inspiradas por las Danzas Húngaras de Johannes Brahms. Ante el enorme éxito de las danzas del Opus 46 en 1886, Dvořák fue motivado para componer otra serie, la Opus 72, que tuvo una recepción similar. El autor checo utilizó las creaciones de su colega como modelo, aunque hay que destacar diferencias importantes entre ambas: mientras que Brahms usó melodías populares de Hungría, Dvořák se inspiró en los ritmos característicos de la música popular eslava, por lo que las melodías son enteramente suyas. Los tipos de bailes regional que inspiraron a Dvořák son la furiant, el dumka, la polka, el sousedská, el skočná, la mazurca, el odzemek, la spacirka, el kolo y la polonesa, por lo que la interpretación de la OSY representará todo un viaje musical a la región eslava.

La parte complementaria del segundo programa de la temporada 39 estará dedicada a la Sinfonía No. 1 en Do menor, Op. 68 de Brahms, quien ocupó al menos 15 años de su vida para completar esta obra, cuyos bocetos datan de 1854. El autor era enormemente autocrítico e inseguro, lo que le llevó a destruir muchos de sus primeros trabajos. Entre los amigos de Brahms y el público en general había expectación sobre si el compositor iba a ser continuador de la “herencia” de Beethoven y producir una sinfonía de dignidad y alcance intelectual comparable, querían saber si Brahms estaba a la altura de la monumental reputación del gran sordo de Bonn.

Concluida la Sinfonía No. 1 en medio de gran expectación, el estreno estuvo a cargo del amigo de Brahms, Felix Otto Dessoff, el 4 de noviembre de 1876 en Karlsruhe, Alemania. Dos años antes, en 1874, Brahms estrenó con éxito las Variaciones sobre un tema de Haydn, sin embargo, con su Primera Sinfonía recibió reproches de sus amigos y colegas.  Al prestigioso pianista y director de orquesta alemán, Hans von Bülow, le pareció adecuado en 1877 llamar a la Primera Sinfonía de Brahms la Décima Sinfonía de Beethoven debido a las similitudes percibidas entre la obra y las composiciones del Sordo de Bonn.

Destacan a menudo que hay una fuerte similitud entre el tema principal de la Novena Sinfonía con pasajes de la obra de Brahms, en particular con el último movimiento, el allegro non tropo ma con brío final. El parentesco musical entre el Himno a la Alegría y el citado movimiento es evidente. Esos comentarios confundieron a Brahms, ya que los consideraba equivalentes a acusaciones de plagio, mientras que él decidió utilizar el idioma de Beethoven como un acto de homenaje consciente. Pese a todo, entre los críticos apodan la sinfonía de Brahms como la “Décima de Beethoven”.

Los boletos (300 pesos) para las presentaciones del 27 y 29 de enero a las 20:00 y 12:00 horas, respectivamente, estarán disponibles en la taquilla de la OSY, ubicada en el lobby del Palacio de la Música, a partir del día de hoy miércoles 25 de enero desde las 10:00 a.m. o también puede adquirirlos en línea a través de la página web: www.sinfonicadeyucatan.com.mx

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