El pianista Rachid Bernal este fin de semana con la OSY

La Orquesta Sinfónica de Yucatán interpretará obras como el Concierto para piano No. 21 de Mozart, acompañada por el pianista Rachid Bernal y bajo la batuta de José Areán. El programa del concierto cerrará con la Sinfonía No. 6 “Patética” de Tchaikovsky. ¡Boletos a la venta...!

De dos genios inmortales de la música, Wolfgang Amadeus Mozart y Piotr Ilich Tchaikovsky, la Sinfónica de Yucatán ofrecerá al público este fin de semana grandes obras de repertorio:  el Concierto para piano No. 21 y la Sinfonía No. 6 “Patética”, bajo la batuta del maestro José Areán. En su onceavo programa a presentar en el Palacio de la Música este viernes 17 y domingo 19 de mayo en el Palacio de la Música, la OSY contará con la participación del talentoso pianista mexicano Rachid Bernal, quien interpretará uno de los conciertos para piano más queridos por los amantes de la música.

“Para los pianistas interpretar a Mozart es estar expuesto en todo momento ante el público, porque su música es muy delicada y transparente, y en la cual hay que buscar un sentido para hacerlo interesante al espectador”, aseveró Rachid Bernal, pianista, quien fuera alumno del español Joaquín Achúcarro y de Jorge Federico Osorio. Desde su debut como solista a los 16 años con la Filarmónica de Querétaro, el pianista se ha presentado en múltiples recitales en México, Canadá, Estados Unidos, España y Austria.

Además Rachid también ha sido solista de las principales orquestas de México, como la Filarmónica de la Ciudad de México, la Sinfónica Nacional y la Sinfónica de Xalapa, entre otras. Egresado con mención honorifica del Centro Cultural Ollin Yoliztli, con estudios en el Southern Methodist Universtity, en Dallas, Texas, Rachid Bernal, el concertista realizó cursos de perfeccionamiento en Viena, Austria, y obtuvo el primer lugar del Concurso Nacional de Piano Angélica Morales 2019 en colaboración con Yamaha.

La OSY abrirá con el Concierto para piano No. 21 en do mayor K. 467 de Mozart (1756-1791), el cual fue terminado el 9 de marzo de 1785 y estrenado un día después, el día 10 de marzo, en el Teatro de la Corte Imperial y Real de Viena, en un concierto promocionado por el propio compositor. Es una de las piezas de música clásica más emblemáticas y reconocibles. Sus elementos únicos y su contenido melódico romántico han sobrevivido a través de siglos y continúan inspirando y cautivando a los oyentes.

El andante, o sea el segundo de los tres movimientos, es desarrollado por la cuerda baja en pizzicato y los violines, que arrullan un tema lírico, mismo que resume en pocas notas todo el contenido melódico del clasicismo. “Este movimiento nos ofrece una melodía muy larga, particularmente feliz, con ternura y naturalidad en su contorno… Lo que tiene el movimiento es una gama amplísima de estados de ánimo, y el supremo buen gusto melódico y armónico de Mozart”, aseveró acerca del andante el desaparecido director de orquesta mexicano y musicólogo Eduardo Mata.

Dicho pasaje es probablemente uno de los más conocidos de la producción musical de Mozart. Fue incluido en la banda sonora de la película francesa Le concert (2009) y en la película sueca Elvira Madigan (1967).  “Yo os digo, ante Dios, con toda honradez que vuestro hijo es el mayor compositor que conozco en persona y de nombre; tiene gusto y además posee la más alta ciencia de la composición”, dijo el compositor Franz Joseph Haydn al Leopold, el padre de Mozart, en una visita que éste hizo en Viena.

El onceavo programa de la OSY tendrá como broche de oro la Sinfonía No. 6 en si menor Op.74, estrenada en San Petersburgo el 28 de octubre de 1893 por el propio compositor Tchaikovsky (1840-1893), la última de sus grandes creaciones antes de morir. Recibió el nombre de Patética de su hermano Modest pocos días antes de su estreno. Exactamente el nombre sugerido en ruso es el de papetichesky, que significa ampuloso, apasionado, emocional. “Mientras la componía, mis ojos se llenaron de lágrimas”, escribió Tchaikovsky a su sobrino Bob.

El final lento de la Sexta Sinfonía refuerza el lado patético de la obra y el sentimiento de desesperación. La repentina muerte del compositor, al parecer por una epidemia de cólera, ocurrida una semana después de dirigir el estreno, difundió el rumor de que, como Mozart, había compuesto en ella su propio réquiem. El cuarto y último movimiento de su sinfonía es el trágico andante lamentoso, el cual denota amargura en escalas descendentes y tristeza. La llamada del destino lo va arrastrando hacia la muerte. En la coda final las notas van descendiendo, cada vez más abajo de un modo desolador, hasta terminar únicamente con las notas de los violoncelos y contrabajos.

En esta sinfonía, Tchaikovsky ha perdido lo más apreciado, el amor. El sentimiento de soledad le invade. Se siente destruido, sin fuerza para nada. Sus lamentos son cada vez más intensos. El destino lo arrastra hacia su fatal desenlace, del que no puede escapar. Lentamente va introduciéndose en las enigmáticas sombras de la muerte. Este extraordinario programa será presentado en el Palacio de la Música el viernes 17 de mayo a las 20:00 horas y el domingo 19 a las 12 horas. Los boletos (350 pesos) están disponibles en el Palacio de la Música o en la página web www.sinfonicadeyucatan.com.mx

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