¡Ermilo!

"Duelo por la Muerte de Ermilo Abreu Gómez"; en Diario de México; con fecha del 15 de julio de 1971.

“Si usted quiere vamos a medias, y la mitad mía nos la tomamos en cervezas”. Ermilo Abreu Gómez*

El 18 de septiembre de 1894 nació Ermilo Abreu Gómez en Mérida. Por tal motivo, en su 122 aniversario procedo a contarles una anécdota totalmente verídica del ilustre escritor, historiador, periodista, dramaturgo y ensayista mexicano que fue escuchada de fuentes diversas, pero todas fidedignas y prestas a corroborar la autenticidad de lo aquí contado…

Las caguamas ya sudaban muy orondas y caderonas sobre la mesa. El calor agobiante no impidió que el anciano relatara su anécdota mientras el mesero de la cantina paraba oreja, intruso, pero sinceramente curioso:

-Cuentan que cuando Margarita, esposa del ilustre escritor Ermilo Abreu Gómez salió de compras, ocurrió la siguiente anécdota que da cuenta del ingenio y predilección que tenía aquel por el uso correcto del lenguaje -relató el de cabello platinado.

captura-de-pantalla-2016-09-19-11-10-24
Ilustración de Gabriel Ramírez

Creyéndose solo, procedió a tomar por sorpresa a la muchacha que hacía la limpieza, pero Doña Margarita, al percatarse de que había olvidado su monedero, decidió regresar a casa.

-Ermilooo, Ermilooooooo… -gritaba aquella buscándolo.

Al no encontrarlo, entró a la recámara donde Abreu Gómez se refocilaba ayuntado con la chacha.

-¡¿Qué es esto por Dios?! -exclamó la señora. -¡Ermilo, estoy muy sorprendida!

El autor de “Canek”, con la lanza todavía en ristre y sin saber qué hacer, se puso las gafas con laxa parsimonia y por toda respuesta sólo alcanzó a decir lo siguiente:

-No, Margarita, déjame explicarte: no estás sorprendida, estás contrariada… pues evidentemente, ¡el sorprendido soy yo!

Espumarajos de risa salieron de la boca de aquellos viejos comensales al tiempo que el memorioso relator pedía otra ronda, como si fuese cosa de dar paso a otra húmeda remembranza.

*Según le dijo a Miguel Donoso Pareja, en entrevista publicada en El Gallo Ilustrado, Suplemento de El Día, México, D.F. agosto de 1970.

Compartir artículo:
More from Ricardo E. Tatto
Oppenheimer o cómo aprendí a odiar la bomba atómica
Christopher Nolan logra un mosaico pleno de dramatismo, eficientes recursos visuales y...
Read More
Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *