Transformaron 11 creadoras sus luchas internas pospandemia en obras y las conjugaron con un lenguaje lúdico, para compartir y dialogar, lo cual resultó en la exposición Batallas Interiores. Mujeres, en el Centro de Artes Visuales (CAV). El proyecto parte de la encomienda de visibilizar la labor de la comunidad artística. Ellas tienen distintos estados de origen, edades, oficios y trayectorias, pero comparten el cansancio por sus combates y entusiasmo por vivir su propio camino.
Durante la inauguración, la jefa del Departamento de Artes Visuales de la Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta), Rosa Arteaga Silva, explicó que la muestra reúne piezas de 10 artistas y una colaboradora, para reflexionar, como dice el nombre, las batallas que libran a diario. “Surge de todas la reflexiones que se dieron por el encierro de la pandemia; es un honor recibir esta exposición y tener también la obra de la artista invitada Georgia Charruhas, quien tiene una trayectoria muy amplia”, afirmó la funcionaria sobre esta propuesta de entrada libre.
A la curadora y participante Elena Martínez Bolio, la emergencia sanitaria le dejó muchos aprendizajes, así como exponer en siete muestras y dos bienales, su Diplomado en Curaduría y Gestoría de Arte, la añoranza del abrazo de amistades y enfermarse de hipertensión. “Es hablar de lo que está de la dermis para adentro, nuestras batallas y las maneras de enfrentarlas; en la vida, elegimos qué batallas queremos llevar al lienzo, enfrentar, reconocerlas primero, darles color y volumen, para tenerlas como documento de lo que fue, porque siguen otras”, dijo.
Lizzete Abraham se expresó con hilo, tela, alambre, metal, cartón y fibra de vidrio, en “El límite de la extrañeza”, donde “el concepto es cómo yo batallo con el extraño que se mueve; para mí, la realidad es muy extraña y, todos los días, trato de encontrarle una coherencia, a través del arte”. Pamela Villanueva Arredondo presenta “Pixfancia (Orfandad)”, bordados sobre textiles de lino y algodón, acerca de las sombras cotidianas de la ausencia de padres y madres, y Georgia participa con “Homenaje a flor”, instalación de 11 imágenes digitales dedicadas a las zarigüeyas.
En “Atmósfera”, Águeda León formó un jardín contemplativo con fibras; “Cuerpos ausentes”, de Arcelia Almaguer, sobre el duelo por perder un ser querido, reúne bordados, fotografía y paisajes sonoros, y “Micro paisajes interiores”, por María Antonieta de la Rosa, estampados y bordados. Con las hojas de su divorcio, Luciana Corres hizo “A volar, pájaros”, y Lucina Castillo usó troncos intervenidos de diferentes medidas, para dar paso a “Otra piel” y, así, mirar hacia la otredad de la figura humana y a todos los seres de la naturaleza o el mundo.
Mediante el díptico collage titulado “El jardín”, Enna Negrón refiere dónde empieza y termina la vida; en el tejido de henequén y costura, que marca los espacios más privados del ser humano, Yosi Anaya dio forma a “Sueños de henequén”. Finalmente, la exhibición permanecerá abierta al público hasta el 16 de abril, en el mencionado espacio, situado en el número 411 de la calle 60 entre 45 y 47 del Centro Histórico de Mérida, de martes a viernes, entre las 9:00 a 20:00 horas, o sábados y domingos, de 11:00 a 18:00.