El flautista Joaquín Melo y el director Roberto Beltrán, invitados de lujo.
Del compositor francés André Jolivet (1905-1974), la Orquesta Sinfónica de Yucatán interpretará los días 16 y 18 de noviembre su Concierto para Flauta, obra cúspide del género siglo XX, que coloca al instrumento en un papel cimero y fulgurante, además de obras de Gioachino Rossini y Ludwig van Beethoven. Con la batuta de Roberto Beltrán Zavala, director invitado de gran trayectoria, y la inclusión del concierto para flauta con el colombiano Joaquín Melo en la parte solista, garantía de ejecución impecable, la OSY dará un paso más en su consolidación artística.
El instrumento de aliento ocupará un papel central en el Concierto para Flauta y Orquesta de Cuerdas, en que el compositor cuidó el equilibrio sonoro para darle al solista la posibilidad de alternar y lucirse en el desarrollo de la obra creada en 1950, misma que representa un reto para todo flautista profesional. “El maestro Jolivet busca que la flauta eleve sus súplicas a lo alto, que sea arcaica, ritual, para llenar el ambiente de momentos de paz y serenidad. El acompañamiento de los demás instrumentos es simplemente genial. ¡Disfruten!”, fue el comentario del crítico Alfredo Delgado en un comentario dedicado a la obra.
El solista Joaquín Melo, integrante de la OSY, nació en Colombia, donde realizó sus estudios básicos de flauta, los cuales perfeccionó en la Universidad de Música de Viena, graduándose con honores en flauta y pedagogía. Es señalado como uno de los flautistas latinoamericanos más importantes de su generación. El director huésped Roberto Beltrán Zavala es reconocido músico de doble nacionalidad, mexicana y holandesa, con trayectoia en orquestas representativas de Bélgica, Italia, Alemania, Rumania, Polonia, Malta, Holanda, Francia y México.
La pasión que imprime en su trabajo y su amplia preparación musical le han permitido dirigir obras de grandes dimensiones sonoras como La canción de la tierra y la Primera Sinfonía de Gustav Mahler, la suite El Mandarín Milagroso de Bela Bartok y las sinfonías 4, 5, 7, 8, 9, 10, 11 y 12 de Dimitri Shostakovich. También ha dirigido obras capitales del siglo XX tales como Eclat e Improvisations de Pierre Boulez y Et Expecto resurrectionem mortuorum de Olivier Messiaen. Desde 2015 es director artístico de la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato (OSUG), actividad que combina como titular tanto de la Re:orchestra de Rotterdam, una de las mejores agrupaciones de música de cámara de Europa, como del AKOM Ensemble, grupo contemporáneo con sede en los Países Bajos.
La parte complementaria del séptimo programa de la XXX Temporada de la OSY estará dedicada a la Séptima Sinfonía de Beethoven, la cual fue estrenada en Viena el 8 de diciembre de 1813 durante un concierto de caridad y que representó para el compositor uno de sus más grandes éxitos. “Las explosiones de júbilo durante la interpretación excedieron cualquier cosa que haya visto antes en una sala de conciertos”, relató Anton Schindler, el secretario personal de Beethoven. El segundo movimiento, con una rítmica que sugiere una marcha fúnebre, cautivó al público, que interpretó aquella música sublime como un lamento por los soldados caídos en la Batalla de Leipzig. El fragmento, el allegretto, hubo de repetirse varias veces y se ha convertido, sin duda, en uno de los más populares de toda la producción beethoveniana.
La parte inicial del programa la ocupa “La Obertura. La Urraca Ladrona” de Rossini, de la ópera semiseria representada por primera vez el 31 de mayo de 1817 en el teatro de La Scala en Milán. La obra es mejor conocida por su obertura, la cual se destaca por el uso de redoblantes o redobles de tambor. Los boletos están disponibles en las taquillas del teatro a precios de 80, 150, 200 y 250 pesos. También están disponibles en línea al www.sinfonicayucatan.com.mx