Es cierto que el Otro a mí se me antoja diferente, pero igual de diferente me ve él, y para él yo soy el Otro.
-Ryszard Kapuscinski
La proximidad de los estrenos fílmicos Nosotros y Cementerio Maldito, el 22 de marzo y el 5 de abril, respectivamente, propició que yo asociara Us (Nosotros) con It (Eso) de Stephen King, debido a que Cementerio Maldito está basada en una novela del rey del terror y suspenso al igual que la otra. La asociación derivada de que ambas películas llevan como título pronombres personales, pronto se disipó, ya que Us no tiene como protagonista a un payaso asustando a los niños del condado, sino que sitúa la historia en un parque de diversiones donde se encuentran atracciones como Merlin´s forest, find your self, una singular casa de espejos.
Us es escrita, dirigida y producida por el director afroamericano Jordan Peele (Nueva York, 1979), a la fecha ha recaudado lo invertido convirtiéndose en el film más taquillero del 2019 con una historia original, siendo otro de sus atractivos que la ganadora del Óscar en 2014, Lupita Nyong´o, es la protagonista del thriller psicológico en el papel de Adelaide y Red, simultáneamente. Peele deja claro desde el inicio el tiempo y el espacio de la historia: la playa de Santa Cruz, California, en el verano de 1986, año cuando se intentó conectar a las personas desde San Francisco a Nueva York en una cruzada que llamaron Hand Across America, proyecto cuyo objetivo era abatir el hambre y la pobreza en los Estados Unidos, mismo que no se concretó por no recaudar los fondos necesarios.
Quizá como un guiño a Lewis Caroll, autor de “Alicia en el país de las maravillas”, Peele retoma los espejos y los conejos enjaulados como preámbulo del terror que se avecina para los protagonistas. Escena que se centra en un conejo en su jaula que solo pasa a ser uno de los cientos que se vislumbran a medida que la imagen se va abriendo acompañada de la música espeluznante de Michael Abels. Otro guiño -justificado o no- es a Alfred Hitchcock con “Los pájaros”; solo basta recordar que en la playa de Santa cruz fue donde sucedió la invasión de pájaros a principios de los sesenta cuando el director rodaba la película basada en la novela de la escritora británica Daphne Du Maurier.
Us es más que una película de terror, trata el tema del lado oscuro del ser humano, las siniestras intenciones de un gobierno, los problemas sociales de la pobreza, la unión de las personas como única salida para la desigualdad, la caída del capitalismo, profecías apocalípticas, pasajes bíblicos y el poder del arte; así como el uso de tijeras por “Nosotros” como una especie de balanza de la justicia, donde cada parte es igual a la otra y necesaria la unión de ambas para su funcionamiento.
El 11:11 es uno de los hilos conductores en la trama. Jeremías 11:11 y la hora cuando aparecen por primera vez “Nosotros”. Sin duda, Peele utilizó la creencia New Age de que el número 11 es la puerta a portales desconocidos que vaticina cambios, al mismo tiempo que previene al espectador de lo que va a ocurrir, cambios que no dejan de sorprender y aterrorizar. ¿Acaso los males que ahora vivimos son consecuencia de alejarnos de Dios e idolatrar la tecnología?
Uno pensaría que si los “Nosotros” habitan kilómetros de túneles, el alimento de estos deberían ser los roedores que viven en los subterráneos; sin embargo, el escritor concibe como su alimento a los conejos, otra coincidencia con la del Conejo Blanco de Alicia sumada a la de los espejos, donde Adelaide sufre la transformación y comienza la historia.
Si bien hay cuestionamientos que podríamos hacernos desde el inicio como por qué Red, la doble de Adelaide es la única que tiene lenguaje de “Nosotros”, la sorpresa y el miedo de los acontecimientos no nos dejan reparar en ello. O por qué Adelaide es incapaz de sostener una plática con una amiga con la que coincide en la playa. No obstante, inconscientemente damos explicaciones como el motivo de la niña Adelaide para dejar de hablar después de haber estado en la casa de los espejos que prometía “encontrarte a ti misma”. Una de las secuencias que me pareció memorable, no solo porque revela los motivos de los “Nosotros” para salir a la superficie para asesinar a sus “ligados”, son las escenas de Adelaide bailando en un teatro el Pas de Deux de “El Cascanueces” de Tchaikovski, mismo que interpreta el Hada de Azúcar en el ballet, acentuando la contraposición de lo amargo del destino de Adelaide.
En general el terror y el suspenso se sostienen hasta el final, cuya tesis es la creencia de que todos tenemos un doble siniestro, la peor versión de nosotros, tema que no es la primera vez que aborda la literatura a partir de conceptos filosóficos y psicológicos. Es así como Peele crea una historia original con protagonistas de color a partir de dogmas, supersticiones, fenómenos parapsicológicos, preocupaciones sociopolíticas y profecías, hilos que van tejiendo la trama y la acercan al espectador haciéndola significativa.
La banda sonora potencializa el terror o impregna de ello a escenas que por sí mismas no lo son. A pesar de que la película se llama “Nosotros”, no hay duda de que la única protagonista es Lupita Nyong´o pues es quien lleva la pesadilla de principio a fin con una gran actuación doble que no queda a debernos nada.
Peele recurre a lo fantástico para justificar lo increíble, y esto quizá sea una de las debilidades de la historia. A pesar de que al final da una serie de explicaciones para dejar el menor número de puertas abiertas o hilos sueltos quedan los cuestionamientos del color rojo con la que visten los “Nosotros” y que a la vez da nombre al lado oscuro de la protagonista; el niño que practica un truco el cual no llega a conocerse porque nunca lo logra, aunque sí le sirve para distraer a su ligado y salvarse de él.
El mismo título de la película, Nosotros en vez de Yo, como sí la familia fuera una célula indisoluble. Sin adelantar el final, “Nosotros” no nos da esperanzas de sobrevivir con nuestra parte luminosa, ¿acaso es una invitación para recurrir a la oscuridad que nos habita desencadenando en nuestro propio infierno interior la lucha entre el bien y el mal?
Peele nos dice que el fin justifica los medios, la maldad es justificada para alcanzar el bien como se observa con la cadena que han comenzado a formar los “Nosotros”, la otra versión del Hand Across America después de asesinar a sus ligados. Los malos y resentidos se unen para una buena causa y así redimir a los estadounidenses del embate del capitalismo que provoca la desigualdad, los mismos que fueron creados por el gobierno para controlar a sus pares en la tierra con un proyecto fallido que se torna en un boomerang para el sistema.
Pese a las debilidades que pudiéramos encontrar en la historia, estas no menoscaban las magistrales actuaciones de Elizabeth Moss y Winston Duke, la ambientación ochentera en colores opacos y tenues por Mike Gioulakis como Director de Fotografía, a quien se le identifica por sus trabajos previos en cintas de terror psicológico como Sigue (2014), Fragmentado (2017) y Bajo el lago de plata (2018), así como la música original por demás inquietante del compositor Michael Abels, quien ya había trabajado con Peele en la cinta ¡Huye! (Get out!, 2017), misma que marcó el debut de este en la dirección además de hacerlo ganador del Oscar por el Mejor Guion Original.
Para los amantes de los thrillers es de agradecer que se lleven a cabo propuestas con contenido y no sólo lo visceral del cine gore, que a menudo termina por caricaturizar a los personajes sin una propuesta real. En este sentido, Peele ha incursionado con dos historias originales y escritas por él, reivindicando al género y dejándonos a la espera de la próxima película que lo consolide como uno de los grandes del terror psicológico.