Abdul Vas (Venezuela, 1981) es un artista contemporáneo. Creció viviendo entre Surinam, Guyana y Bélgica. Después de estudiar en EAVRA en Maracay y en la Academia Gerrit Rietveld en Amsterdam, actualmente radica en Madrid, España. Ha creado libros y revistas hechas a mano, fotografías, collages, dibujos, pinturas y murales. El trabajo de Vas ha sido reseñado y visto en revistas como Vice, Rolling Stone, Esquire y The New York Times. Su obra ha sido exhibida internacionalmente en EUA, Latinoamérica, Asia y Europa.
Actualmente, este éxtasis casi universal que estamos experimentando sólo es posible porque los eventos deportivos y culturales se transmiten sin cesar, y las transmisiones, a su vez, producen nuevas reuniones y nuevos fanáticos. Ese estado de identificación sonámbula con la conmoción es resultado también de las condiciones visuales y arquitectónicas del lugar donde se realizan los espectáculos. Quien estuvo “allí”, jurará que el acontecimiento artístico le proporcionó una especie de “verdad”. Es decir, una comunión con una ceremonia repetitiva concebida como una maquinaria de colectivización y una fiesta de la homogeneidad.
Esa fusión entusiasta de la multitud en un contenedor de masas especialmente diseñado para facilitar la hipnosis colectiva, ya ha sido abordada en otros trabajos del artista Abdul Vas en relación con la banda australiana AC/DC. El universo de AC/DC es su esencia y su referencia primordial. Gracias a ello, logra conjugar todos los elementos estéticos presentes en el grupo, con su particular visión poética de la realidad.
Vas logra generar una visualidad donde la agresividad y elegancia de los músicos y el virtuosismo de sus riffs se entroncan con las fusiones –alianzas de sus ideas pictóricas-, permitiéndonos llevar los emblemas del deseo y libertad. Las propuestas de Vas reflexionan sobre el ejercicio de una práctica enlazada a la ejecución de una misma operación de vinculo indestructible. Su poética tiene que ver con el despliegue de lo ya conocido en perfiles imaginativos y claros. En consecuencia, lo nuevo no podría ser absolutamente una innovación sino mas bien una continuación, con medios visuales, de lo grandioso y fascinante.
El imaginario de Abdul Vas y su profusa creación de signos y narrativas en sintonía perenne con el fascinante mundo Reino de Kippenland en donde los pollos llenos de heridas gloriosas dirigen y controlan el lugar donde son superiores a todos los seres sin ser sospechosos de cinismo en sus viajes multi-inter-galácticos, las giras y los conciertos de la banda tiene una importancia relevante al referenciar con su trabajo cuestionamientos sobre la manera de abordar nuevas visiones en la configuración mitológica del rock and roll, el street art, el punk rap y su influencia en la cultura visual contemporánea.
Vas retrata sus ídolos musicales como pollos en escenarios con públicos delirantes, y los coloca en su verdadera dimensión de opulentos potencializadores de una cultura diferenciadora y ávida de un centro emancipador como venganza redentora. Representación y presentación de un deseo constante de mostrar la grandeza revitalizada. Su dedicación constante por resaltar la atemporalidad de sus temas favoritos y la amplia riqueza visual del contexto de su obra, es el punto de partida perfecto para cuestionar los límites de lo existente, comprometerse con un mundo desconocido y desarrollar un genuino interés por las ideas y la imaginación.
Máquinas gigantes que se alimentan principalmente de la música; gracias a sus ruedas de acero aplastan todo lo que se cruza en su camino. Podríamos decir que estos artefactos han salido del interior de la tierra para controlar este gran caos lleno de egoísmo, crueldad y una ambición insaciable en la acumulación. La estética estrambótica de estos armatostes, llenos de acero, tornillos, cables, machetes, clavos, cuchillos, armas de guerra y sus gigantes ruedas, no es mas que un montón de chatarra oxidada que le debe en gran parte su poderío a la música de AC/DC, la cual es su principal fuente de alimentación.
Vas se siente cómodo en la improvisación y buscando nuevos registros estéticos, por ello su trabajo también se acerca a Cypress Hill -un grupo de hip-hop proveniente de Los Angeles-. La forma en que el artista reúne todos sus elementos individuales, desde el street art hasta el punk-rap pasando por el rock and roll, se concreta gracias al crossover de imágenes e ideas que produce de manera pictórica.