La miniserie basada en Philip Roth está disponible en HBO Go.
Debo confesar que siento una particular atracción por las narrativas que exploran lo que en inglés llaman “what if”; es decir, aquellas que juegan con una versión diferente del acontecer histórico, que exploran lo que hubiera sucedido si las piezas del ajedrez histórico se hubieran movido en direcciones diferentes a las que lo hicieron, si los que perdieron una guerra la hubieran ganado o si un presidente hubiera resultado electo en lugar de quien finalmente gobernó a una nación entera.
En el caso de las series de televisión, hemos tenido varias producciones que desarrollan su narración a partir de momentos en la historia de la humanidad que dan un giro a lo que realmente sucedió de acuerdo a una serie de circunstancias extraordinarias, o bien, a una inversión de los hechos que se produce a través de acontecimientos de carácter fortuito que terminan dándoles un vuelco. En los 90, por ejemplo, Sliders era una serie que presentaba a un grupo heterogéneo de viajeros que transitaban a través de universos que presentaban realidades alternas con giros importantes en la historia.
En tiempos más recientes, Amazon Prime produjo The Man In The High Castle, sustentada en la novela de Phillip K. Dick, la cual trata sobre un mundo en el cual las potencias del eje resultaron triunfadoras en la Segunda Guerra Mundial; también Apple TV presentó For All Mankid, que narra lo sucedido con la carrera espacial si el primer hombre en la luna no hubiera sido un norteamericano sino un cosmonauta a bordo de una nave financiada por el Kremlin.
HBO decidió entrar a las series “What If” por la puerta grande. Para ello, llamó nuevamente a Ed Burns, creador de la laureada The Wire, para adaptar una novela de Philip Roth (también reseñada en Soma) que cuenta lo que hubiese sucedido si Franklin D. Roosevelt perdía las elecciones presidenciales de 1940 y a la presidencia llegara un hombre simpatizante de las causas nazis como lo fue Charles Lindbergh. El resultado es The plot against America (La conjura contra América), la cual cuenta los hechos desde la óptica de una familia judía que ve cómo el antisemitismo de Lindbergh comienza a traducirse en un ambiente hostil para ellos y en una serie de políticas destinadas a relegar los judíos en la escala política y social de los Estados Unidos.
La narrativa está contada desde la perspectiva de una familia de clase media judía: los Levin. Herman Levin (Morgan Spector) es un hombre orgulloso de sus raíces semitas, pero también de su ciudadanía norteamericana. Fiel creyente de que vive en la tierra de las libertades, trata de inculcar tal orgullo a su valerosa esposa Bess (Zoe Kazan) y a sus dos pequeños hijos Sandy (Cale Malis) y Phillip (Azhy Robertson). Con ellos vive su sobrino Alvin (Anthony Boyle), quien recriminará a su tío Herman lo que para él es una actitud pasiva ante la situación que los judíos comienzan a vivir en los Estados Unidos. Bess tiene una hermana llamada Evelyn (Winona Ryder), quien se involucrará sentimental y profesionalmente con el rabino Lionel Bengerdolf (John Turturro), un hombre que será utilizado por Lindbergh como un instrumento de propaganda para tratar de encubrir sus políticas de segregación hacía la comunidad.
La familia enfrentará la situación desde diversas perspectivas; Herman intentará mantener una posición de firmeza ante los evidentes signos de peligro que comienzan a acechar a los suyos. Tratará de afianzarse a los principios de igualdad y libertad que, según las leyes, son fundamentales en la democracia norteamericana. Ello traerá consigo una serie de conflictos intrafamiliares que se convierten en pequeñas batallas que, a su vez, servirán como una representación de lo que sucede en una comunidad que tiene que enfrentarse a una amenaza cada vez más latente.
La narración presenta los puntos de vista de cada uno de los miembros de la familia Levin, lo que enriquece la historia contada, pues esto permite que la crisis sea abordada desde la óptica de un niño de 6 años como Phillip; o desde la de Bess -una madre que trata de mantener su hogar unido-, aunque para ello tenga que enfrentarse y desafiar las creencias de su esposo.
A lo largo de sus seis episodios, La conjura contra América se convierte en un poderoso alegato en pro de la diversidad, del respeto y de la necesidad de que los ciudadanos adquieran una conciencia política para poder enfrentar mejor la realidad. Se convierte también en una potente crítica a la situación actual en los Estados Unidos, una en la que un presidente con tintes racistas y fascistas ocupa la Casa Blanca, utilizando su poder para tratar de borrar la diversidad que históricamente ha sostenido a su nación.
The plot against America es un programa que no desesperará para reflexionar sobre todo lo anterior a través de intensos y profundos diálogos, en donde las situaciones presentadas en el marco de un estupendo diseño de producción que remite a una época en la que la gente discutía los acontecimientos narrados por la radio – cuyo papel como medio informativo es contado con gran intensidad en uno de los subtextos del programa–, mientras los niños jugaban o miraban desde la ventana cómo sus padres tratan de entender acontecimientos lejanos, pero que terminaban irremediablemente afectándolos en su cotidianidad, en sus pequeños pero muy significativos universos familiares y personales.
La serie es un recordatorio de que el mundo gira, y de que irremediablemente uno de esos giros terminará impactando hasta a aquellos que inocentemente piensan que la vida puede vivirse tranquilamente si uno camina por ella con los ojos cerrados. La miniserie completa está disponible en HBO Go. Es una de las mejores en lo que va de este convulso año 2020.