Cómics alternativos en la gran pantalla

Cuando los "otros" cómics llegan al cine. Un breve repaso por Rodrigo Vidal Tamayo.

En el cine, como en los cómics, existe una porción de la industria que se encuentra alejada de los reflectores y el mainstream. La escena independiente sobrevive gracias a la pasión con que sus creadores fabrican mundos tan descabellados como realistas,  y que, la mayoría de las veces, resultan más interesantes que sus contrapartes famosas. Echemos un vistazo a algunas historietas que dieron el salto de la página a la pantalla y que demuestran la amplia diversidad temática que existe en el noveno arte.

Cuando los mundos colisionan

Por supuesto que a todas las productoras cinematográficas les gustaría hacerse con los derechos de Spider-Man, Superman o sus equivalentes; sin embargo, cuando los pesos pesados han sido apalabrados no queda más que buscar en las “ligas menores”.

Cuando se habla de cine basado en cómics más o menos desconocidos, no se puede empezar si no es con Terry Zwigoff, ya que la mayor parte de su obra cinematográfica gira alrededor del mundillo comiquero, ya sea adaptando obras particulares o rindiendo culto a uno de sus mitos geniales. Zwigoff es responsable de ese nuevo clásico llamado Ghost World, versión en película del cómic homónimo de Dan Clowes que narra un momento de la vida de dos adolescentes Z-generacionales.

Ghost World (Terry Zwigoff, 2001)

Ghost World retrata de una manera muy cruda, y algo cruel, las perspectivas de vida de jóvenes que han crecido bajo los estereotipos televisivos y se niegan a perseguirlos, pero en un país donde eso es mal visto su rebeldía es incomprendida y lleva a una de ellas a tratar de encajar en la sociedad de la única manera en considera que puede seguir siendo libre: estudiando para ser artista.

La película debe ser vista por dos razones: a) todo aquel que se sienta raro leyendo cómics en un mundo que ha jurado odiarlos se identificará con alguno de los múltiples personajes, y b) Es una de las primeras apariciones de una joven Scarlett Johansson, antes de que la cirugía la convirtiese en una femme fatale (y arruinara su registro comiqueril apareciendo en The Spirit y posteriormente se convirtiera en la Viuda Negra). La película no es una adaptación cuadro por cuadro del cómic, de hecho, Dan Clowes prefirió que se exploraran aspectos de los personajes diferentes a los que narra en la historieta, por lo que ambas obras se complementan de una manera integral, sin que el desconocimiento de alguna merme la experiencia de disfrutarlas.

Crumb (Documental, 1994)

Zwigoff también dirigió otra película basada en cómics de Clowes. Art School Confidential es una visión ácida de las academias de arte estadounidenses, así como una crítica velada al arte contemporáneo. Dado que el cómic original únicamente consta de 4 páginas, es en la película donde se puede observar el desarrollo de los personajes e intimar con el pensamiento de Clowes –escritor del guion-. Sin duda alguna, este díptico debe ser visionado por aspirantes a artistas y por buscadores de cosas originales.

La película que completa –y que de hecho inició, pero la dejo al final al no ser una adaptación per se- el trabajo de Zwigoff con los cómics es Crumb, cinta biográfica sobre el maestro del cómic maduro –que no para adultos- en la que aparece el mismísimo homenajeado narrando su vida y su obra. Obra indispensable para conocer los “otros” cómics y para observar la maestría de Zwigoff detrás de la cámara.

La fábrica de sueños

Harvey Pekar es uno de los famosos más desconocidos en la escena subterránea comiqueril. Su historieta American Splendor es tan mencionada como ignorada entre la fanchiquillada. No obstante, en 2003 se realizó una versión cinematográfica que reflejó de manera fiel las angustias, vicisitudes y tribulaciones del aclamado autor, que fue interpretado por él mismo y por Paul Giamatti. Tanto el cómic como la película son biográficos y la participación directa del autor hizo que la cinta se convirtiera en un capítulo más de la historia contada en las historietas.

American Splendor (Shari Springer Berman, 2003)

La película fue tan reveladora –en el sentido de que mostró al mundo el cómic de Pekar- que incluso permitió que, durante un tiempo, el cómic fuera publicado por el sello Vertigo, propiedad de DC Comics, escaparate del cómic de autor. Quizás fue la negativa de Pekar a venderse, o quizás sus propios complejos le impidieron capitalizar su obra -resultando en la cancelación de la historia-. Lo cierto es que gracias a la película mucha más gente se preocupó por conocer el trabajo de uno de los autores subestimados de la escena comiquera subterránea.

Lo mismo sucedió con Persépolis, cómic de autor de la escritora iraní Marjane Satrapi, en donde, y también siendo autobiográfico, se narran las desventuras de una joven viviendo en un país religiosamente fundamentalista. Por supuesto que la perspectiva de género aflora en la historia, lo que facilitó que su adaptación cinematográfica ascendiera en el mundillo de los festivales cinematográficos, situación casi inédita para una cinta de dibujos animados. Porque esa es la virtud de esta película, que al estar hecha con caricaturas, la sensación de estar leyendo un cómic es palpable mientras se observa el metraje.

Persépolis (Marjane Satrapi, 2007)

Persépolis es conmovedora no tanto por la situación femenina en Irán –que por supuesto es de agradecer que existan autoras dispuestas a expresar su inconformidad- sino por la sinceridad con que está realizada. Quizás su único defecto es que la adaptación es tan fiel que al ver la película ya no es necesario conocer el cómic, y viceversa.

Al infinito y más allá

Dave Stevens era tan genial como frugal en sus dibujos. La obra por la que sin duda será recordado es el cómic de The Rocketeer, un homenaje a los pulps de la primera mitad el siglo XX, en donde el protagonista cuenta con una mochila cohete que le permite volar. El gran problema de la cinta es que, al ser producida por Disney, mucho del contenido maduro fue abandonado en aras de producir una cinta para toda la familia. Aún así la estética de la cinta es fiel a la del cómic, proyectando un ambiente retrofuturista digno de una superproducción. La película es divertida, aunque no sea lo memorable que quisiéramos que fuera.

The Rocketeer (Joe Johnston, 1991)

Caso extraño es el de Mystery Men, cinta de comedia basada en algunos personajes del cómic de culto Flaming Carrot de Bob Burden. Esta historieta es tan surrealista como difícil de conseguir (con todo y que durante un tiempo fue publicada por Image) y sus personajes son lo más antitéticos que podríamos conocer.

Mystery Men es una historia sobre gente que dice tener superpoderes, aunque realmente nunca vemos en pantalla la demostración de alguno. Quizás lo más relevante es el elenco, un verdadero brat pack conformado por Ben Stiller, Hank Azaria, William H. Macy y Janeane Garofalo, entre otros, actores que ahora son considerados de culto.

Recuerdos del futuro

Todo lo anterior no es más que una pequeñísima muestra de cómics no tan conocidos que ha logrado dar el salto hacia su medio de comunicación hermano. Por supuesto que faltó mencionar Road to perdition, A history of violence, Fritz the cat, Tank girl, Faust, Vampirella y tantos otros que harían necesarias más entregas. Quizás lo único bueno de la crisis creativa hollywoodense es que mientras los guionistas no quieran fabricar historias nuevas, nuestros cómics favoritos podrían llegar al cine (aunque después de ver cómo quedan, a veces es mejor que no lleguen).

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