Luis Antonio Canché Briceño brinda el discurso por el Día del Escritor

Como cada 20 de diciembre, se realizó el desayuno por el Día del Escritor, que tuvo como anfitriones a Loreto Villanueva Trujillo, titular de la Secretaría de la Cultura y las Artes, y a Luis Antonio Canché Briceño que fungió como orador. ¡Enhorabuena para los escritores de Yucatán...!

Muy buenos días, a todas y todos los que nos acompañan esta mañana, a las autoridades que hacen posible este grato momento. En estos últimos días en que se aproxima el cierre de año, he tenido la oportunidad de escribir algunos fragmentos para leer en eventos a los que me han invitado.

Antenoche, comencé a pensar en qué escribir para ustedes, qué les iba a leer o contar. Pues de solo imaginar la cantidad de admirables personas que estarían acá presentes, hasta se me erizaba la piel de los nervios. Les platico que tuve un sueño, en el que aparecieron, las imágenes de algunos escritores mayas que he conocido ya sea de manera personal o a través de sus escritos. Y así, me acordé de la visita que algún día le hice a don Jorge Echeverría Lope en su natal Chunk’anan. Cuando me presenté con él, lo saludé, le dije mi nombre, y que había leído uno de sus cuentos: //Vieja huella de soga//, él se puso muy contento, lo comprobé en su mirada y en su semblante tan pleno de felicidad que demostró, tal y como sucede cuando algún desconocido llega a un pueblo, dando un saludo, demostrando respeto, y si es en lengua maya, mucho mejor, pues enseguida de manera espontánea surge ese clima de confianza y afecto.

Loreto Villanueva Trujillo, titular de la Secretaría de la Cultura y las Artes, da la bienvenida al desayuno por el Día del Escritor y la Escritora.

La plática la tuvimos sentados en la comodidad de dos enormes piedras que estaban en la puerta de su casa, qué gran escenario, ante el bullicio de las aves saltando en las ramas de gigantescos árboles que nos acompañaban, al igual que el sonido del ir y venir de un truk que ahora, en lugar de bagazo trasladaba turistas en las vías de aquella antigua hacienda. La escena de la plática me resulta inolvidable, estábamos frente a una antigua casa de paja, quien disimuladamente atestiguaba aquel honorable encuentro. Le dije a don Jorge que, hacía mucho tiempo que quería conocerlo, que estaba interesado en aprender a escribir relatos en maya, así como lo hacía él y otros escritores a quienes había leído. Don Jorge me dio varios consejos, sugerencias, y luego me obsequió su libro: //Niño remolino//, su más reciente obra publicada en aquel entonces.

De ahí platicamos de lo afortunados que éramos de poder hablar la lengua maya, de cómo él aprendió a escribir cuentos y hasta una novela, también de cuáles eran los autores que había leído. Nos nos percatamos de lo rápido que se nos fue el tiempo, en esa transición del anochecer, me retiré de la hacienda, le di un cálido abrazo y enseguida, me recomendó leer más textos en maya, me dijo que no me avergonzara nunca de hablar mi lengua materna y que la hablara en cualquier lugar en donde me encuentre, añadió que, si ya había aprendido a escribir en maya, que nunca abandone este oficio. Sentenció la despedida con una reflexión: -Pregúntate siempre muchacho, ¿por qué o para qué quieres escribir?

El escritor Luis Antonio Canché Briceño, ganador del PLIA 2022, fue el orador invitado.

En reiteradas ocasiones me he preguntado lo mismo, pues sucede que, también me he encontrado con la conocida hoja en blanco, y la mente en esa tonalidad, ni qué decir. Tengo algunas conjeturas, aunque mi conciencia no ha dado un veredicto final, a veces escribo para tratar de entender mejor algunas situaciones, para honrar uno que otro sueño al amanecer y no dejarlo en el olvido, escribo para releer y revivir momentos, para expresar emociones que se asoman intempestivamente, o para devolverle a la vida todo lo que me ha concedido.

Las letras, los libros, los talleres, las pláticas, me han dado el privilegio de conocer a gente tan admirable y entrañable como los que hoy están presentes, y también de guardar entre mis recuerdos a quienes ya no están más con nosotros, agradezco ese noble gesto de parte de ustedes por escucharme. Siempre he pensado que en la escritura como en cualquier otra actividad se avanza con los pies bien plantados sobre la tierra, a veces, dando explicaciones que vuelven discernible la complejidad de las cosas. Yo he sido testigo de cómo muchos de ustedes lo han hecho, han abierto brecha sorteando adversidades en este mundo literario, pero con una ardua labor digna de reconocer.

La Red Literaria del Sureste y Loreto Villanueva Trujillo, titular de Sedeculta.

Mi acercamiento a una interminable lista de libros que han salvado del olvido la historia y los aconteceres de la vida en nuestro entorno de la península y sus alrededores ha sido con fortuna, cada autor con su estilo, su género favorito, y de acuerdo con su vasta experiencia ha forjado su propio transitar, han plasmado relatos, poemas, crónicas, columnas, guiones, notas periodísticas y textos históricos. Esto es algo que nos alegra en este maravilloso mundo literario. Decía el maestro Oscar de la Borbolla que: “La génesis de la creación literaria, al igual que la de toda producción artística, científica, tecnológica o humanística se hunde en el misterio”. Y no es para menos pensarlo de esa manera, pues la incertidumbre es quien llega a darle un toque especial a nuestro quehacer en todo contexto, si todo fuera certeza quizá incluso acabaríamos con el alma aplastada.

Deseo que algún día se reconozca a través de un homenaje, la valiosa aportación a la literatura en lengua Maya que ha hecho don Jorge Echeverría Lope, que las autoridades actuales o futuras abran más espacios para la difusión del arte y la cultura qué tanta falta hace en tiempos actuales, que exista mayor cabida a las obras en nuestra lengua materna, que continúen los eventos culturales, festivales literarios y que el prestigioso acervo Yucateco en todos los géneros sea muy próspero.

Loreto Villanueva, titular de la Sedeculta; los escritores Lucila May Peña y Ricardo E. Tatto; María Teresa Mézquita Méndez, directora de la FILEY-UADY.

Cómo decía el Cantautor Facundo Cabral: “me gusta la gente simple, de corazón millonario”, coincido con él, hoy, me siento contento de compartir este instante con ustedes. Deseo que todos gocen de mucha salud en estos tiempos que se aproximan, pues lo demás viene por añadidura, que continúen escribiendo, que el silencio no nos encuentre. Les reitero mi felicitación por esta celebración del día del escritor. Para finalizar, quiero que sepan que tienen en Luis Antonio un espacio único para una amistad sincera, les expreso mi admiración y un afecto inconmensurable. Un abrazo fraterno para todas y todos en este día. ¡Níib óolal ti’ tuláakala’ex!

 

A continuación, les compartimos el discurso en lengua maya:

Bix a beele’ex, ti’ tuláakal máak táakpajo’ob le chan ja’askab je’ela’, ti’ le jala’acho’ob tu beeto’ob le máank’inala’ kexie’ wáa ma’alob yanike’ex.

Sol Ceh Moo y Luis Antonio Briceño, ganadores del Premio de Literaturas Indígenas de América otorgado por la Universidad de Guadalajara y la FIL, en 2019 y 2022, respectivamente.

Ti le pachalak k’iino’ob jach táaytak u ts’o’okol le ja’aba’, anchaj in ts’íibtik wáa jayp’éel tuukul to yo’olal u je’ejela’asil máank’inal, letie’ tu’ux a’alabten ka xi’iken in lak’into’ob. ka’abiake’ káaj in pa’ajo’oltik ba’ax tu’un ken in wa’ale’, wáa ba’ax ken in xokiktio’ob, tumen ku máan tin pool le seten ya’ab máak úuch u ts’íib, yan u táakpajlo’ob waye’, tak kin xíixmukuytaj le táan in tuklik le je’ela’. Ichil in náay tíip’ u yich wayajp’éel ajts’íibo’ob úuch in wilo’ob, wáa bey xan, chen kin wiliko’ob ichil u ts’íibo’ob.

Beyo’, k’a’aj ten juntéenake’ le ka’a binen Chúnk’ana’an in xíimbaltik Yuum Jorge Echeverría Lope, tin wa’alaj tie’e tso’okilie’ in xokik le ts’íib u beetmaj: Xla’ bom suumil u k’aaba’, ki’imak chaj u yóol le ka’a k’uchen in xíimbaltej, tin wilaj ichil u paakat, le oorajiako’ kulukbalo’on yóok’ol kaap’éel nojoch tuunich tu jool u yotoch, ti’ júupo’on tsikbal, ichil u k’aayilo’ob ch’íicho’ob tu síitlankil yóok’ol u k’ab nukuch kúulche’ob, yéetel ichil u jumil u binbal truuk te’e úuchben nojkúuchilo’, te’e kulukbalo’on tu táan jump’éel úuchben xa’anil naj tu ki’ cha’antik le ki’ tsikbal táan k beetik le ka’a tek ilekba’a.

Tin wa’alaj tie’ Yum Jorgeo”, úuch taak in k’ajóoltik, yéetel xan in k’áat in kaanik ts’íib bey je’ex leti’ yéetel ula’ak aj ts’ibo’ob ts’o’ok in xokik. Ya’ab ba’al tu tsolajten le nojoch máaka, tu ts’ooke’ tu’ si’aj ten chan moson pal, jump’éel u pachalak pikil ju’un jóoksa’an ti’. Tsikbalnajo’on tu yo’olal ula’ak’ ba’ax ku yúuchul yéetel ek ki’ichkelem mayat’aan, bey xan bix tu kanaj ts’íib leti’,tak máaxo’ob tu xokaj. Ma’ tek ilaj bix séeb binik le súutukil, tu taal u ye’esame’enta’al ka luk’en tu yiknal te’e tu yoocho’, tin jóolméek’ taj, ka tu ya’alajten, k’a’abéet a xokik ya’ab tu yo’olal maaya ts’íib, ma’ u su’uktal a t’aan maya je’e tu’uxake’, wáa ts”o’ok a kanik ts’íib ich maya’, ts´íibnen ma’ a p’atik mix bik’in, bey xan tu ya’alaj ten, je’e ba’ax k’iine’, k’a’béet a beetiktech le k’áat chi’: Ba’ax u tia’al a k’áat ts’íib wáa ba’axten ka ts’íib chan xiib. Le k’áat chi’ je’ela’, tak walkila’ ku máan u xíimbal ichil in tuukul…

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