Muchos lectores somos fieles al libro en físico, ya sea porque nos iniciamos leyendo así o porque tenemos ciertas manías que nos hacen privilegiarlo sobre el libro digital. Si son de este tipo de lectores, probablemente su percepción pudiera cambiar en algo, como he cambiado la mía después de encontrarme con una propuesta muy interesante en la FIL Guadalajara hace unos días.
En la FIL los libros en físico son, por supuesto, los que ocupan un lugar primordial tanto espacial como visible; en esta feria los stands juegan un poco al sentido estético que ofrecen los libros y le apuestan un poco a la tendencia del Bookporn o el Bookselfie, enamorando a los lectores con sólo ver el mar de libros que se concentran en ese espacio. Pero también tienen su espacio los libros y plataformas digitales, que no son tan evidentes sin duda, incluso pueden pasar desapercibidas, pero que sorprenden cuando nos detenemos a mirarlas y ver sus propuestas innovadoras que son una buena herramienta para superar lo que Pedro Cerrillo Torremocha llama el neoanalfabetismo, el cual considera se ha “extendido por todo el mundo desarrollado y [es] protagonizado por esos nuevos lectores, fascinados por los nuevos soportes de lectura, que no son lectores literarios ni tampoco, en muchos casos, lectores competentes”, pero que pueden llegar a serlo con propuestas donde se combina lo multimedia, lo audiovisual y los clásicos literarios.
Así, una muy buena propuesta es la biblioteca digital gratuita más grande de América llamada “Libro total” www.ellibrototal.com la cual contiene poco más de 37,000 libros digitales, primordialmente clásicos de la literatura universal que se pueden leer con tan solo dar un click sobre la portada, y no sólo eso, la propuesta es muy interesante, pues nos ofrece una lectura no en libro en PDF, como algunas otras bibliotecas digitales contienen, sino la experiencia de poder leer en forma de libro pasando las páginas con tan sólo un click también.
Además tiene la opción de audiolibro y de diccionario para consultar las palabras que no conocemos tan sólo dando nuevamente click sobre ella y se nos despliegan los significados para esa palabra. Todo sin tener que salir de la misma página en la que estamos leyendo, la cual nos permite también poner notas, marcadores y consultar información del autor como su biografía, reseñas del libro o comentarios críticos de la obra. Una lectura hipertextual, como diría el teórico Gérard Genette, podemos realizarla también, pues nos recomienda libros relacionados con la obra (como lo hace Netflix con las series o películas que miramos), y también hay dos secciones más, una de música y otra de arte.
En la primera podemos encontrar canciones relacionadas con el libro que estamos leyendo, para incluso escucharlas mientras leemos, una gran habilidad que los jóvenes de hoy tienen; y en la segunda, encontramos obras de arte inspiradas en el libro que estamos leyendo; tan sólo por darles un ejemplo hay más de cinco mil imágenes relacionadas con El Quijote de la Mancha, verdaderamente impresionante. Todo eso y más nos ofrece para cada uno de los miles de libros que se encuentran en varios idiomas, y que lo convierte sin duda es un espacio para los lectores de hoy, aquellos que buscan mucho más que la historia y que realizan una lectura hipertextual, aquella que permite explorar todos los tipos de lectura que van más allá de sólo el libro, pues la lectura de imágenes y de sonidos, son también formas de leer, por eso “las posibilidades que trae el libro electrónico, y sobre todo el hipertexto, parecían, en un principio, confirmar ya en la práctica la semblanza de un lector que no sólo lee, recibe, sino que crea con su lectura. El lector es también explorador, no contempla, explora, busca y crea a la vez. Es la etapa del hipertexto” (Fernández, Amelia:2002).
Esta interesante plataforma que considero debería difundirse mucho más, porque representa una buena oportunidad para los lectores en general, pero especialmente para los más jóvenes que buscan oportunidades de lectura y no están tan enganchados con el libro en físico, sino que se adaptan con mayor facilidad a diferentes formatos, tiene como objetivo, sin ánimo de lucro, de mantener el patrimonio de la cultura universal, recopilado en palabras, desde Colombia para el mundo. Una gran muestra de responsabilidad social pensada en los lectores que podrán hacer un recorrido entre letras, palabras, imágenes y sonidos para disfrutar una lectura que no sólo activa la mente, sino los sentidos, nuestra imaginación y sentimientos con lo cual ya no extrañarán tanto el contacto físico con la página ni el olor del libro, porque aquí en este espacio no hacen falta.
Recomendaciones:
Referencias:
- Cerrillo Torremocha, Pedro (2007) “Los nuevos lectores. La formación del lector literario” En Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. http://www.cervantesvirtual.com/obra/los-nuevos-lectores-la-formacin-del-lector-literario-0/
- Fernández, Amelia (Noviembre, 2002) “Nuevos lectores”. En Revista de Estudios Filológicos Tono Digital de la Universidad Autónoma de Madrid https://www.um.es/tonosdigital/znum4/estudios/Ameliafernandez.htm