“Voz en off”: un poemario de Raúl Carcaño Loeza

Aída López reseña los poemas más recientes del autor.

Raúl Carcaño Loeza, es el autor del poemario Voz en off (Edición de autor, 2017). Esa voz que bien puede ser la conciencia o el pensamiento del poeta. Voz lírica que sugiere desde lo más profundo, donde el recurso estético impregna la poética de intimidad. Concatena las palabras desbordando en sentimientos, transformando la realidad en  imágenes y las emociones en vibrantes sensaciones.

Voz en off cuenta tres historias: la primera “Lágrimas de poeta” de amplio corpus, está contada en verso blanco, esto es que tiene métrica y ritmo y cuyos versos son hexasílabos y octasílabos. La segunda y tercera historia están narradas en prosa poética: “Luna espumosa” y “Llámame Ivette”. Tres temas distintos, existenciales, que toman significado porque confluyen en la condición humana; el amor, la migración y la diversidad sexual.

El poeta Raúl Carcaño Loeza.

Raúl Carcaño consagra el instante, es un verdadero escultor de las ideas. A través de la lectura podemos apreciar el trabajo artesanal en el acomodo cuidadoso de cada una de las palabras. No sobran ni faltan. Todas son imprescindibles para avanzar en la trama que nos va llevando de lo externo, lo mundano, lo perceptible a lo interno, espiritual e imperceptible. Explora el lenguaje y sus secretos. Los personajes entran en diálogos internos, introspección que va quitando con sutileza cada una de las capas del consciente para llegar el inconsciente donde habitan los miedos, melancolía, temores, deseos, culpas, enojos, amarguras, que han ido forjando la personalidad al momento presente donde los personajes tienen que aflorar sus sentimientos y tomar decisiones.

Ya lo decía Octavio Paz en su prosa Trabajos del poeta. Cito:

La nube preñada de palabras viene, dócil y sombría a suspenderse sobre mi cabeza, balanceándose, mugiendo como un animal herido. Lo más fácil es quebrar una palabra en dos. A veces los fragmentos siguen viviendo, con vida frenética, feroz, monosilábica. Ronda, se  insinúa, se acerca, se aleja, vuelve de puntillas y, si alargo la mano, desaparece una Palabra”.

En poesía escribir acerca del amor, concepto del que se ha dicho todo, es de lo más complicado. El poeta requiere de habilidad en el oficio para plasmar los sentimientos y mantenerse en la delgada línea antes de saltar a lo cursi y el lugar común, haciéndolo aún más difícil desde la voz de un género distinto al suyo. Carcaño lo logra magistralmente en Lágrimas de poeta. Una historia de amor que transcurre en el Centro Histórico de CDMX, un encuentro casual de una chica: Tania, escritora y un músico ambulante, un violinista que se hace llamar Matlapa. Un encuentro que nos vuelve cercanos a la narración, ya que alguno de nosotros puede ser ella o él. Ella un personaje complejo, anclada a su pasado, a sus raíces y él un espíritu libre, bohemio, que cambia de aires sin mucho equipaje. Dos almas solitarias que coinciden y una circunstancia climatológica decisiva para que se de ese primer encuentro íntimo y con este se desencadene el final de la historia.

El poeta Raúl Carcaño aborda el erotismo desde la voz femenina en su más profunda belleza. Ella alberga la autosatisfacción y autodominio que, sin sumirse en la intranquilidad y el desasosiego, se despliega reconociendo sus pulsiones sexuales y así lo expresa en libertad. Anhela la intimidad con el hombre que la ha seducido con su música. Al hombre artista, sensible que la podrá tocar con la delicadeza, a veces con la energía, con la que toca su violín, una extensión de su ser. Cito:

Percibí tu aroma

A edén y a hombre bello

De sexo atrevido

Con perene olor a vulva

El roce de tu piel húmeda

Hinchó los botones

De mis senos agitados

De esta manera el poeta le da una dimensión sexual al personaje femenino, haciéndolo real, creíble, humano. En nuestro contexto histórico donde se habla del empoderamiento de la mujer y la igualdad de derechos como inquietud cultural, se vale que sea ella la que tome la iniciativa de expresar sus anhelos carnales para resolver el desenlace.

“Luna espumosa” está escrito en prosa poética, evoca nostalgias, recuerdos del que se va y regresa para encontrarse con su pasado. En este monólogo el personaje (él) le habla a ella, una isla que guarda la memoria familiar de varias generaciones y a la que sabe que al final de sus días volverá.

Versos entrañables van develando los efectos emocionales de la migración. Se va el cuerpo, pero la memoria acompaña el viajero, cuyo deseo y promesa es retornar a su origen. En la narración podemos sentir la intensidad del personaje, quien en un acto de intimidad dialoga con sus ayeres. En esa “isla de pájaros callados y palmeras soñolientas al sur del septentrión” y donde el personaje se queda “velando ese pasado con el espíritu costroso, el ánimo decaído y haciendo las labores aprendidas”.

“Llámame Ivette” toca el tema del primer amor, en muchas ocasiones platónico, desde una perspectiva de la diversidad. Con un final inesperado. Desde su mirada nos cuenta “del tiempo y su paso caravanero; de las nubes sonámbulas del verano, de la perfección de la mujer…”. Donde las palabras detienen algo y abren ese salidero secreto del espíritu…”. Y así los sentimos.

Raúl Carcaño a través de su poética realista logra el manejo justo de la psicología de los personajes, nos adentra en cada uno de sus mundos donde el universo es la palabra. Delinea a cabalidad tiempo y espacio. De pronto el ritmo nos descubre danzando entre las pausas y los silencios para continuar en el lugar de los hechos, volviéndonos observadores, cómplices, uno más de sus personajes, esa Voz en off que sin ser vista, también es víctima del subconsciente que sale a la luz de la narrativa.

Raúl es un poeta de largo aliento, sensorial, de lírica suave pero intensa, que sabe transmitir las emociones a través de un vasto manejo de recursos literarios y vocabulario exquisito. No importa desde dónde lo leamos, siempre nos situará en ese instante con imágenes vívidas donde sus personajes libran sus cruentas batallas y nosotros sus lectores con ellos.

Raúl Carcaño Loeza es poeta, narrador, maestro y Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma Yucatán. Es egresado de la Escuela de Escritores de Yucatán en  la generación 2014-2016. Desde 2000 ha incursionado en el terreno literario. Obtuvo mención honorífica en el “1er. Concurso Universitario de Ensayo y cuento “Dr. Carlos Urzaiz Jiménez” con el cuento “El sepulturero”; obtuvo el tercer lugar en los Terceros Juegos Literarios Nacionales Universitarios, con el cuento “Noche de viernes”. Recientemente, un poema suyo fue incluido en el libro “Antología poética de los pueblos del mundo”, editado en España. Es autor de los poemarios “Levedades”, “En busca de otros besos”, “Poesía y silencio”, este último presentado en la Feria Internacional de la Lectura Yucatán (FILEY) 2017,  y “Voz en off”, de reciente edición y presentado en la FILEY 2018.

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