La chelista georgiana Inna Nassidze será solista en la OSY

Elgar y Shostakovich conforman el programa del fin de semana.

Obras musicales emblemáticas posteriores a la I y II Guerra Mundial, el Concierto para violoncello del británico Edward Elgar, uno de los más bellos compuestos  para ese instrumento, y la Sinfonía No. 9 del soviético Dmitri Shostakovich, anunció para los días 22 y 24 la Orquesta Sinfónica de Yucatán. El titular artístico de la máxima agrupación musical, Juan Carlos Lomónaco; la presidenta del Patronato, Margarita Molina Zaldívar, y el director del Fideicomiso Garante de la OSY, Miguel Escobedo Novelo, anunciaron el séptimo programa y la presentación como solista de la cellista Inna Nassidze.

El repertorio a presentar en el Teatro Peón Contreras este fin de semana incluye la Marcha No. 1 de Pompa y Circunstancia y el Concierto para violoncello en mi menor, Op. 85, ambas obras del inglés Edward Elgar, y la citada sinfonía del soviético Shostakovich. Escobedo Novelo resaltó la inclusión de dichas obras de repertorio propias de las filarmónicas y sinfónicas de mayor prestigio en el mundo, así como la presencia de grandes virtuosos, gracias al respaldo del público y de los miembros del patronato, así como del gobierno del estado que encabeza Mauricio Vila Dosal.

En rueda de prensa, el maestro Lomónaco dio la bienvenida a la cellista georgiana Inna Nassidze, quien interpretará la parte solista del concierto de Elgar, uno de los más bellos creados para ese instrumento por su majestuosidad y gran lirismo, además de que es piedra angular del repertorio para ese instrumento de cuerda. Resaltó que Inna Nassidze mostró una gran precocidad en la música al iniciar sus estudios de piano a los tres años y el cello a los siete,  de tal forma que debutó a los diez años de edad con la Orquesta de Cámara Estatal Georgiana.

En 1988 obtuvo el máximo premio del Concurso Juvenil de Cello de la URSS; en 1993 el reconocimiento Gabor Rejto del Music Academy of the West en Santa Barbara, California y en 1996 la distinción como mejor cellista del Festival de Verbier, Suiza. Ha tocado para artistas de la talla de Yo Yo Ma, Lynn Harrel, Miriam Fried, Bernard Greenhouse, David Geringas, Steven Isserlis, Jaime Laredo e Isaac Stern, y actuado como solista bajo la batuta de Otto Werner Muller, Akira Endo,  Francisco Savin, Christopher Zimmerman, Luis Herrera de la Fuente y Carlos Miguel Prieto, entre otros. Ya como residente en México, en Enero de 2003 estrenó el Concierto para Cello y Orquesta de Samuel Barber con la Orquesta Sinfónica de Xalapa y en mayo del 2005 estrenó el Concierto No. 1 para Cello y Orquesta de Milhaud. Actualmente imparte la cátedra en el Instituto Superior de Música del Estado de Veracruz.

En cuanto a las obras, Lomónaco resaltó que en el estreno de la Marcha No. 1 de Pompa y Circunstancia  en Londres en 1901, la audiencia pidió dos repeticiones. Su éxito y aceptación entre la comunidad británica fue tal que en 1902 fue adaptada para la coronación del rey Eduardo VII y en la actualidad es una de las obras más conocidas del compositor Edward Elgar en el mundo. Expuso que en muchos países la marcha  se utiliza como caminata  nupcial en las bodas. En Estados Unidos como en Gran Bretaña es considerada como “Himno de graduación” en los actos de terminación de estudios y entrega de diplomas.  Influido por las consecuencias de la I Guerra Mundial, en la que habían muerto en las trincheras más de ocho millones de seres humanos, Edward Elgar compuso en 1918 una de las más nobles elegías de la historia: su Concierto para Violonchelo y Orquesta, resaltó el maestro Lomónaco. 

Comentó que aunque fue un fracaso el estreno de la obra con la Orquesta Sinfónica de Londres, el 27 de octubre de 1919, el concierto obtuvo mayor popularidad hasta la década de 1960 gracias a una grabación de la cellista Jacqueline du Pré, quien captó la atención del público y la convirtió en una de las versiones de música clásica más vendidas.  Respecto de la Sinfonía No. 9, Op.70 de Dmitri Shostakovich, expuso que fue estrenada el 3 de noviembre de 1945  por la Filarmónica de Leningrado tras el final de la II Guerra Mundial en Europa.

Las autoridades soviéticas esperaban una obra para celebrar la victoria rusa sobre la Alemania nazi. Pensaban que Shostakovich se inspiraría en Novena Sinfonía de Beethoven para componer una obra dirigida a una gran orquesta, solistas y coro, que terminaría con un gran himno de alabanza en honor a Stalin.  Pero no fue así. Según el compositor, se trataba de una obra con “un humor ligero y soleado”, pero lo que se deseaba escuchar era una grandiosa sinfonía victoriosa en el estilo hinchado soviético. Pese a ello, la obra tiene gran aceptación entre el público.Los boletos para los conciertos de este viernes 22 y domingo 24 de marzo están disponibles en las taquillas del Teatro Peón Contreras a 100, 200, 250 y 300 pesos, o bien en línea a tráves de www.sinfonicadeyucatan.com.mx

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