¿Qué es la vida?…que toda la vida es sueño,/y los sueños, sueños son. Pedro Calderón de la Barca
La literatura es una caja de Pandora y, a la vez, un pozo de los deseos. Tiene el poder de sorprendernos, es epifánica, de ahí la magia que se apodera de la atención de los lectores. A 100 de años de su publicación: “Eugenia. Esbozo novelesco de costumbres futuras”, es el tipo de literatura que mantiene su vigencia con los años y que, como los buenos vinos, nos da el placer de paladear cada idea y propuesta del autor, sin dejarnos de confrontar y cuestionarnos ante la posibilidad de hacerla realidad. Su creador, el médico cubano radicado en Yucatán, Eduardo Urzaiz Rodríguez (1876-1955), tuvo a bien escribir, sin proponérselo, la primera novela de ciencia ficción hispanoamericana en una edición de autor impresa en los Talleres Gráficos Manzanilla, fechada el 14 de julio de 1919.
Ante el atrevimiento por la temática que aborda, Urzaiz, como buen médico, se curó en salud y en el prólogo se justificó escribiendo: “Yo también sueño a menudo”. No es para menos que lo califique de sueño al proponer una sociedad ficticia ubicada en una nueva configuración geopolítica. Una ciudad libre de muchos de los males que traen lastre a la sociedad y entorpecen la evolución del hombre hacia la perfección. Por supuesto, esto sería imposible sin la mediación del Estado, quien pondría orden y controlaría, entre otras cosas, las necesidades primarias de sus ciudadanos como son la sexualidad y la reproducción.
Villautopía es una capital perteneciente a la Subconfederación de la América Central donde se desarrolla el nuevo modelo social en el año de 2218. La finalidad del Estado y tarea de la ciencia es traer a la vida individuos aptos física y mentalmente a un mundo feliz y así ir erradicando enfermedades y taras derivadas de la reproducción descontrolada que en muchas ocasiones no resulta exitosa. Para lo anterior la eugenesia es la respuesta.
La etimología griega de la palabra eugenesia se descompone en: eu, bueno y génesis, origen: origen bueno, mismo que solo sería posible al aparear dos humanos aptos elegidos por el Estado para garantizar el nacimiento de personas perfectas. Como consecuencia cerrarían hospitales, psiquiátricos, cárceles, así como otros espacios que significan un costo oneroso y no abonan a la evolución entendida como un paso ascendente hacia la perfección. La selección natural ha demostrado ser fallida como se constata a lo largo y ancho de la historia desde que hizo su aparición el hombre sobre la tierra.
Si bien el tema había sido abordado en otras latitudes, en Hispanoamérica no existe registro de otra novela o esbozo de novela que haya tocado semejante tópico. A 100 años de su primera publicación, hay algunos visos científicos que pudieran lograr tal aspiración. Estamos muy, pero muy lejos de que el Estado se involucre en la sexualidad, aunque a través del estudio del mapa genético pudiera avanzar la ciencia en la prevención y cura de enfermedades físicas y mentales. El proyecto también contemplaba acabar con las “enfermedades sentimentales” como los celos.
En la propuesta ficcionada-utópica-futurista del doctor Urzaiz, el Bureau de Eugenética elegiría antes de la pubertad, con base a sus características biológicas, quiénes serían los gestadores. Hombres feminizados libres de vicios, a quienes se les implantaría el ovulo de una mujer seleccionada en la cavidad peritoneal durante 281 días, para después extraer con laparotomía el producto sano; un alumbramiento quirúrgico sin riesgos. Los no aptos, hombres y mujeres, serían esterilizados sin alterar las secreciones internas. Las mujeres no aptas se dedicarían a la docencia para volcar su instinto maternal, educación controlada por el Estado, revolucionado el concepto de familia como la entendemos en la actualidad. Los conocimientos se pasarían de maestro a alumno a través de la hipnosis. Las personas se agruparían por afinidades para vivir, liberándose del yugo de la crianza y la manutención de la prole.
La novela propone aplicar la eutanasia como solución a males incurables. En la idealización, el Estado controlaría la natalidad para evitar la sobrepoblación, esto cuando se alcanzara el cien por ciento de personas aptas. Sería medible por el número de esterilizaciones practicadas al año, las cuales deberían de irse reduciendo a la par de los hospitalizados por enfermedades, lo que sería claramente cuantificado por la salud económica de Villautopía al no desviar recursos hacia este rubro.
Villautopía también nos da un panorama de la movilidad, con vehículos aéreos impulsados por éter sulfúrico comprimido, banquetas móviles y otras formas de ir transitando en la sociedad dinámica, referenciando, no de manera explícita, a la ciudad de Mérida donde el doctor Urzaiz ejercía como psiquiatra y fundó el Hospital Psiquiátrico de la entidad. No se descarta que de su práctica médica se haya inspirado para soñar con una humanidad sin dolores, sin costos económicos y sociales. La ciudad también contempla amenidades como instalaciones hidroterápicas para ducha y masaje. Así como la existencia de un sector de individuos dedicados al placer, que bien podrían estar esterilizados o no.
Eugenia cumple con la premisa de que debe de contarse una historia de amor en la trama. Hilvana la relación amorosa entre Ernesto y Celiana. Él es apto y ella no, esa es la condición que viene a descalabrar el romance entre alumno y maestra, entre quienes median varios años de edad. El Estado envía un requerimiento para contratar al amante como gestador. Ernesto será contactado con mujeres biológicamente bellas, no cerebrales, para el apareo. Así conocerá a Eugenia de quien terminará enamorado, cambiando el destino de los tres. Los individuos cerebrales al considerarse malos gestadores son los que sostienen el andamiaje social y por ende se les esteriliza.
Considero importante contextualizar la novela en su dimensión histórica. En 1919 el estado de Yucatán había mermado su poder económico por la baja en la exportación del henequén. La conclusión de la Primera Guerra Mundial en 1918, ocasionó la poca demanda de la fibra que llegó a alcanzar hasta 201 mil 900 toneladas de exportación al año, representando para la península un importante ingreso por divisas. Así también iba cobrando fuerza el Partido Socialista Obrero cuyo gobernador era Carlos Castro Morales (1917) y en vísperas de una elección a gobernador con el diputado Felipe Carrillo Puerto como candidato del mismo partido, recién nombrado Partido Socialista del Sureste. Momento en que se proyectaron modelos sociales con mayor injerencia del Estado en la vida de los ciudadanos.
Eduardo Urzaiz Rodríguez en 1922 fundó la Universidad Nacional del Sureste -ahora Universidad Autónoma de Yucatán (UADY)- y enseguida fue nombrado rector bajo el mandato de Felipe Carrillo Puerto (1921). Así mismo se desempeñó como maestro de literatura y estudioso de Miguel de Cervantes. Eugenia es una narración inquietante. La única novela escrita por el doctor Urzaiz, difícil de concluir si fue una utopía o distopía, o si comulgaba con las ideas eugenésicas que propuso. En el prólogo deja claro que contempla “una humanidad casi feliz”, la humanidad de sus sueños y esperanzas y como bien remata: “¡Pero si esta es la obra de un loco!”.
Antecedes editoriales:
- En 1976 la UADY publicó cuatro ediciones, difíciles de conseguir.
- Premià en su primera serie de La Matraca publicó Eugenia en 1982.
- En próximas fechas, la UNAM y la UADY editarán sendas ediciones conmemorando el centenario de la publicación de Eugenia en 1919.