En mi locura he hallado la libertad de la soledad y la seguridad de la incomprensión. Kahlil Gibran
Finalmente llegó a la pantalla grande “Joker”, tan esperada como hace unos meses “Dolor y gloria” de Almodóvar. Actuada de manera incomparable por Joaquin Phoenix (Gladiador, 2000) y dirigida por Todd Phillips (The Hangover, Globo de Oro 2010), nos ofrece una nueva visión y versión del Joker antagónico del caballero de la noche: Batman. Con un presupuesto de 55 millones de dólares, 15 horas diarias en el set y 58 días de rodaje, “Joker” ha ganado en su estreno (31 de agosto 2019), el León de Oro, máximo galardón entregado por el Festival Internacional de Cine de Venecia al mejor filme. Hecho inédito es que haya sido premiada una película inspirada en un cómic.
Considerada por la crítica como una obra maestra del género de superhéroes y por su creador como un estudio de personaje, Joker, payaso de día y standupero de noche, ha multiplicado la inversión a unos cuantos días de su estreno en cines (4 de octubre). La película distribuida por Warner Bros. Pictures, muestra el lado humano de un personaje oscuro, cuya vida desafortunada aunada a un trastorno mental, lo lleva a cometer los actos más despiadados y viles a los que puede llegar un individuo. Caben los cuestionamientos de la psicología respecto al peso que tiene el medio ambiente en el desarrollo de la conducta y la herencia de la locura. En el caso de Arthur Fleck (persona) que termina transformado en Joker (personaje), las dos condiciones adversas se conjuntan en un ser con el que finalmente empatizamos. La versión da cuenta de una serie de hechos y circunstancias que justifican los medios de los que se vale para vengarse; lo inhóspito de una sociedad que se burla de los desvalidos, de los que son “raros”.
Según declaraciones de Phillips, egresado de la Universidad de Nueva York, realizó la película debido a que desde niño le ha gustado la psicología caótica del personaje, es por ello que pensó en filmar una historia nunca antes contada en el cine, el origen de Joker, la cual escribió inspirado en Phoenix, sin saber si este aceptaría el papel. Con una fotografía en el monitor elaboró el guion y creo el rostro de Joker sobre el de quien más tarde sería el protagonista. Por su parte Phoenix, años atrás, tuvo una idea similar que nunca concretó, rodar una película de superhéroes de bajo presupuesto. Los antecedentes explican el éxito de la mancuerna ganadora.
Nueva York es Gotham en 1981, ciudad que está amenazada por una invasión de ratas, debido a los excesos de basura en las calles y en vísperas de una elección a la alcaldía. Phillips refirió que eligió este año para evitar los celulares e internet. Las locaciones fueron reales, filmó en las calles, no utilizó pantalla verde para los efectos, los ambientes naturales dotan de diversas energías a los actores y eso se aprecia en las tomas. Dentro de las condiciones del contrato estaba que Phoenix bajaría 25 kilos de peso para verse enfermizo, esto permitió la agilidad de “Romeo”, como titularon la producción por la elegancia y el romanticismo de Joker. Phillips le dio libertad creativa para desarrollar su actuación, así como a él los productores se la dieron para escribir la historia. Una de las escenas memorables improvisada por el actor es cuando baila solo una perturbadora pista de la chelista Hildur Gaonadóttir, compositora de la crispante música incidental que intensifica cada escena y los movimientos de Arthur. Así también Smile de Charles Chaplin acompasa el emotivo baile de Joker con su madre en la sala de su casa.
Dos meses antes del rodaje, el también productor Phillips, pasó largas horas en el departamento de Phoenix estudiando a Joker desde sus entrañas hasta volverlo parte del actor. La banda sonora cargada de cuerdas ambientó la relectura, el análisis del guion, y la exploración del tono que debía tener el personaje, principalmente la risa perturbadora e hipnótica.Joker es la versión inédita de un personaje emocionalmente frágil. El antihéroe ahora héroe, nos ofrece una nueva visión de su origen, apuntalado por un reparto estelar como Robert DeNiro en el papel de presentador de Talk-show, cuyo sueño del protagonista es sentarse en el sillón de invitados del programa televisivo. Arthur Fleck dentro de sus pocas capacidades, tiene que investigar su origen distorsionado por la madre. La trama da giros inesperados manteniendo al espectador en vilo, ya que nunca se puede predecir lo que sucederá en la siguiente escena.
Por supuesto, Joker también es capaz de amar y para eso está su vecina Sophie Dumond (Zazie Beetz), cuyo primer contacto se da en el elevador del edificio donde ambos viven, ella con su pequeño hijo y él con su madre, Penny Fleck (Frances Conroy), mujer de edad avanzada, quien pasa todo el día en un sillón frente al televisor, único contacto con el exterior y la realidad, llevándola a delirios que se van despejando durante la historia. Cabe destacar que la película es contada desde la óptica de Joker, lo que vemos en pantalla es lo que él quiere que veamos y cómo quiere que lo veamos, esto da lugar a dudas respecto a la veracidad de lo acontecido, ya que tratándose de un enfermo mental medianamente funcional, ofrece varias lecturas que corresponde al espectador dilucidar. La intensidad va escalando y cuando creemos que no puede pasar algo peor, los escritores, Todd Phillips y Scott Silver, nos sorprenden con vueltas de tuerca, interrelaciones insospechadas, motivaciones ocultas y numerosas estrategias narrativas utilizadas magistralmente, para sostener sin tregua la trama de principio a fin.
Joker es una crítica a las políticas públicas de salud. Las terapias y medicamentos son suspendidos por decisión del gobierno en turno de Ciudad Gótica, lo que desencadena su risa incontrolable, enuresis risosa, sin un fondo emocional. Risa patológica sin alegría. Mueca perturbadora que evidencia dolor y no placer. Así también toca los temas del uso de armas, abuso infantil y la desigualdad social reflejada entre los ambientes sórdidos y la opulencia de la clase acomodada de donde proviene el millonario candidato a la alcaldía, Thomas Wayne (Brett Cullen). Justificar al personaje sin las consecuencias de sus actos, es lo que la crítica ha puesto sobre la mesa. Así también ha suscitado protestas sociales por la violencia de la película y los tiroteos que se han venido dando en diversas ciudades de los Estados Unidos. La contraparte coincide en que Joaquin Phoenix merece el Óscar por la mejor caracterización de Joker en la historia del cine. Esta sería la primera estatuilla para el actor, quien ha sido nominado en tres ocasiones sin conseguirla y la primera vez que la academia premiaría un personaje de cómic.
Algunos datos y coincidencias son que Leonardo DiCaprio fue considerado antes que Phoenix para interpretar a Joker. Phillips invitó a Martin Scorsese para producirla y este por el rodaje de otro filme no aceptó, aunque le facilitó a gran parte de su elenco técnico para que trabajara en la película. El 25 de octubre de 2018, primer día de grabación de Robert DeNiro, enviaron un artefacto explosivo al edificio donde se encuentra su oficina de producción y su restaurante en Manhattan. En Estados Unidos la película tiene clasificación R por las escenas donde el protagonista sale fumando. En Nueva York convergen en la vida real los destinos de Todd Phillips, Robert DeNiro y Martin Scorsese, los tres nacidos en la Gran Manzana, al igual que Joaquin Phoenix, quien si bien es originario de Puerto Rico, nació de una madre neoyorquina.