Los Beatles y yo: de Liverpool a Yucatán… (Parte 1)

En su crónica, Mar Gómez nos relata su reciente visita al puerto de Liverpool, lugar de origen de los Fab Four, y su descenso a La Caverna, el icónico club donde surgió la legendaria banda que todavía hoy es más famosa que Cristo... ¡no dejes de leerla!

“Fuimos el producto de la década de los 60´ y con ella, acabamos también nosotros”.  John Lennon

En la marítima ciudad mercantil de Liverpool, bañada por el mar de Irlanda y el rio Mersey, un 16 de enero de 1957 en el número 10 de la pequeña y concurrida Mathew Street se inauguró el mítico bar “The Cavern”, en la actualidad “The most Famous Club in the World”. En un día similar, pero del año 1961 en “The Cavern Club”, uno de los lugares más frecuentados por los jóvenes de esa época, se presentó por primera vez el denominado “cuarteto de Liverpool”, The Beatles, arrancando así su popularidad.

Otro 16 de enero, pero en esta ocasión del 2007, el ayuntamiento del puerto inglés declaró oficialmente que este sería “El día de los Beatles”; convirtiéndose así en una festividad popular para el país. Sin embargo, no fue hasta el 2013 que la ONU lo declaró como Día Internacional de The Beatles en reconocimiento a su impacto mundial tanto en la música como en la cultura.

Después de una excesiva documentación a lo largo de más de seis décadas sobre el fenómeno musical del Fab Four, pareciera ser ocioso escribir sobre ellos en un aniversario; sin embargo, puedo asegurar que no lo es. Centrarse en hablar de su música, referirse al rock sin ser experta en el tema ni beatlemaníaca, pero sí una amorosa escucha desde la infancia, es situarse ante un fenómeno cultural que después de más de seis décadas sigue vital, dado que un gusto personal porque la influencia del grupo sigue siendo significativa en la cultura popular y su legado se mantiene como uno de los más importantes de la humanidad.

Por su permanencia en la historia, como refiere el apasionado profesor de historia medieval y fanático español de los Beatles, Jaume Aurell: Los Beatles se encuentran en el panteón de lo clásico de la música y en el arte universal, porque, “Lo clásico es capaz de transmitir lo que hay que transmitir, sin dejar de transmitir del todo”. Con ellos siempre hay una posibilidad de descubrir un nuevo matiz, una nueva lectura, una nueva interpretación, porque, lo clásico se opone a la repetición insustancial, es por eso que los clásicos consiguen que sus receptores se identifiquen con los valores que transmiten, y justo eso hace la música de los Beatles en la actualidad.

Hablar de los Beatles también es ubicarnos en un importante momento histórico: es repensar la Segunda Guerra Mundial, los problemas políticos y sociales de la época, es penetrar en los planteamientos de los ensayos de “Psicología de las masas y análisis del yo” de Freud, en la “Psicología de las masas”, de Gustave Le Boo, y hasta en los preceptos del psicoanálisis lacaniano, desde donde el escritor Henry W. Sullivan, se atrevió a publicar en un complejo libro el fenómeno de la beatlemanía, explicando desde esta perspectiva el cómo esos cuatro muchachos de Liverpool (prototipos del rock) marcaron, dice el autor, el fin de la edad moderna.

Hablar de Los Beatles es, sin duda, centrarnos en uno de los fenómenos más importantes del siglo XX. Fenómeno atemporal desde luego, que sigue sacudiendo ideologías. A principio de año tuve la oportunidad de visitar Reino Unido y, en concreto, el puerto de Liverpool, una bella ciudad con variedad de estilos arquitectónicos que van desde los edificios Tudor del siglo XVI hasta la arquitectura contemporánea moderna, declarada como capital europea y patrimonio de la humanidad por la UNESCO, pudiendo constatar que tampoco se puede dejar de hablar de dicho fenómeno sin mencionar la fuerza del turismo y la mercadotecnia.

En una ciudad donde también la pasión por el club de futbol se puede sentir, la beatlemanía sobresale sin miramientos. Si se llega a la ciudad en avión, lo primero que se ve relacionado con los Beatles es el nombre del aeropuerto internacional Aeropuerto John Lennon; no hace falta nada más para sentir que hemos llegado a la tierra de los Beatles. Lo mismo pasa al viajar en tren o autobús, siempre la imagen de los BEATLES darán la bienvenida a los turistas.

Caminar por el Pier Her y el Albert Dock, es encontrase con la estatua icónica de los Fab Four en su ciudad natal, lo que pasa a ser un impacto visual y emocional que invita a su contemplación. La estatua se encuentra situada en la ribera del rio Mersey, en el histórico barrio de los muelles de Liverpool. Llegó al Waterfront en diciembre de 2015 donada por el famoso Cavern Club, coincidiendo con el 50 aniversario del último concierto de la banda en el Liverpool Empire Theatre, obra esculpida por Chris Butler y Andy Edwards.

Al llegar al legendario lugar se puede sentir un impacto conmovedor en el cuerpo de todos los visitantes del mundo que ingresamos hasta llegar al sótano de “The Cavern Club”, escuchar su música, sentir el espíritu de esos cuatro y estremecer el cuerpo al compás del rock and roll, en ese sitio que se empeña por ofrecer música en vivo desde medio día hasta las 4 de la mañana, con más de treinta grupos a la semana y el destacable  muro de la fama con los nombres de cerca de mil ochocientas  famosas bandas que tocaron del  año 57 al 73 ´para recordarlos.vImpresiona la cantidad de personas de todas las edades y nacionalidades a las que nos sigue gustando la extinta agrupación inglesa, y el cómo se ha perpetuado en ella un hito; así que al entrar ahí, se escucha y baila en su honor recordándolos como en un amoroso sepelio.

La visita a Liverpool sería incompleta sin poner los pies en el museo The Beatles Story y conocer de manera interactiva la historia de la legendaria banda, origen, evolución y final. Saber cómo y por qué la banda se disolvió y los proyectos personales de cada uno de los integrantes. Por supuesto, el clásico paseo en el bus descapotable, viajando para conocer la historia de los Beatles y la ciudad de Liverpool, donde no puede faltar detenerse en Penny Lane y en Strawberry Fields para tomar fotografías; luego de un paseo relajante por los frondosos suburbios, visitar las casas de su infancia al compás de sus historias de vida y música que nos hacen saber el cómo y por qué surgió su inspiración emocional cuando las escribieron.

Los Beatles viven en todas las artes, siempre presentes en la literatura, pintura, escultura, arquitectura y, por supuesto, en el cine. Más allá de la música, estamos hablando de toda una revolución cultural. Insisto, no estoy diciendo nada nuevo, sabemos que los Beatles no solo cambiaron la música, sino que también marcaron un antes y un después en la cultura y en la sociedad de su época.

Sus letras fueron consideradas como progresistas, de espíritus rebeldes, de estandartes, de una generación que buscaba libertad e igualdad. Los Beatles siguen estando en nuestras vidas, sistemática y continuamente igual en la gente joven y en los niños que en la actualidad “los descubren”.

CONTINUARÁ…

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