“Maestro”, una partitura sexual de Leonard Bernstein

Anahí García Jáquez escribe sobre "Maestro", película dirigida y protagonizada por Bradley Cooper, una bio pic en la que se abordan los aspectos sexuales del legendario director de la Orquesta Filarmónica de Nueva York. Disponible para ver en Netflix...

Nueva York, 1943. Leonard Bernstein, director asistente de la Orquesta Filarmónica de Nueva York, tiene una oportunidad de oro al suplir de emergencia al director titular, Bruno Walter, y lo hace de manera tal que cautiva a las audiencias. Al poco tiempo conoce a la aspirante a actriz Felicia Montealegre, por lo que su vida profesional y personal dan un vuelco, aunque el costo a pagar será muy alto…

Maestro es el segundo largometraje dirigido por el actor Bradley Cooper, quien, arropado por los productores Martin Scorsese y Steven Spielberg, se embarca de lleno en la elaboración de este largometraje ya que no sólo dirige y protagoniza, sino que también produce y coescribe el guión de esta película que debe ser definida, no por lo que es, sino por lo que no es. No es una biografía en el sentido cronológico, puesto que da saltos del presente al pasado y tampoco lo es en el sentido extenso de la palabra, pues se enfoca primordialmente en la relación entre Leonard y Felicia (Carey Mulligan), desde el momento en que se conocen y el inicio de su relación así como su matrimonio, del que nos dan un panorama por demás amplio. Es pues, la historia de una pareja con unos altos muy altos y unos bajos muy bajos.

El espectador es testigo de la conexión que establecen ambos, quienes apenas comienzan su camino en sus respectivas profesiones y eso ayuda a su compenetración, hasta que Felicia descubre un secreto que Leonard guarda celosamente: su bisexualidad. Al momento de conocerse, él está en una relación intermitente con el clarinetista David Oppenheim, la cual mantiene en secreto ya que, en aquellos tiempos, una relación con alguien del mismo sexo no era bien vista y por lo tanto, podría afectarle en su ascendente carrera provocando con ello que se quedara en el clóset y llevara una doble vida como un marido amoroso y fiel pero a la vez, manteniendo romances con hombres, todo ello con el conocimiento de Felicia.

Esta cinta está rodeada de cierta controversia por varias razones. Una de ellas es el poner énfasis no sólo en la vida privada de Leonard Bernstein sino justo en su preferencia sexual, dejando a un lado la contribución tan importante que este personaje realizó a la cultura estadounidense al ser no sólo el primer director de orquesta nacido en EU que alcanzó la fama, sino que también fue compositor, pianista y autor que además se involucró en causas sociales, tales como los movimientos de los derechos civiles y protestas contra la guerra de Vietnam, además de su promoción cultural a través de la televisión y la búsqueda de la integración de las artes a los programas educativos en su país por lo que, si alguien no lo conoce, este filme no sería el indicado para presentarlo. Es bien sabido que las bio pics son selectivas a la hora de presentar los sucesos que se consideran relevantes en la vida del personaje en cuestión, pero tanto el director como su coguionista Josh Singer omiten gran parte de los logros de Leonard, lo cual podría molestar a la legión de admiradores de este gran músico.

En cuanto a las actuaciones, todo se centra en la pareja protagónica. Bradley Cooper logra meterse en la piel del legendario director no sólo con el maquillaje (otra de las polémicas alrededor de la película), sino con el profundo estudio que hizo tanto de su lenguaje corporal y su voz y, obviamente, de su técnica de dirección. El director de orquesta Yannick Nézet-Séguin fue el encargado de entrenarlo para esta parte de su papel, pero el resto es obra suya, ya que haciendo uso de su rango actoral nos muestra a un hombre que ama profundamente a su mujer, pero que no puede renunciar a sus deseos por otros hombres, además de que sus estados de ánimo transitan de la euforia de la creación a caer en la autodestrucción y en la reclusión.

Eso sí, al momento de estar frente a una orquesta, el espectador puede sentir cómo la música fluye a través de él y viceversa. Uno de sus aciertos es no glorificar a Leonard Bernstein, ya que muestra lo mejor, lo peor y lo que hay en medio de ambos lados. Carey Mulligan es Felicia, la mujer que permanece a su lado más no detrás de él, pues es de su mano con quien llega a la cima y que deja mucho de ella para ayudarlo a brillar. Felicia no es una mujer sumisa sino todo lo contrario, es su igual, su pilar, la voz de su conciencia y está plenamente consciente del rol que juega en ese matrimonio y, sobre todo, quién es su marido y la genialidad que éste posee. Sin duda la actriz inglesa hace toda una creación de su personaje y, en ocasiones, opaca a su contraparte masculina; por momentos, es como si viéramos a Leonard a través de su perspectiva.

Lo anterior contribuye a que las escenas entre ambos sean duelos de actuación aderezados con la química tan evidente que poseen, lo cual le añade credibilidad. El resto del elenco no tiene mucho peso y entre ellos encontramos a Matt Bomer como David, el ex novio de Leonard, Sarah Silverman como Shirley Bernstein, y Maya Hawke como Jamie, la primogénita del matrimonio Bernstein Montealegre.

La fotografía está a cargo del cinematógrafo Matthew Libatique, quien colabora por segunda vez con Cooper y que recurre al blanco y negro y al uso estratégico de las luces, sombras y siluetas para contar la primera etapa de la historia y después pasa al color para hacernos saber que la acción se sitúa en los 60´s y 70´s hasta llegar a los 80´s. El diseño de producción (hecho por Kevin Thompson) y el vestuario (cortesía de Mark Bridges) son precisos en cada una de las épocas que abarca por lo que, en cuestión visual, este filme es muy bello. La banda sonora está conformada por composiciones de Bernstein (West Side Story, On the Town) y de autores clásicos como Beethoven, Schumann y Mahler, cuya segunda sinfonía llamada Resurrección, forma parte de una secuencia que recrea un concierto muy memorable dado en la catedral de Ely, en Inglaterra.

Maestro es, sin duda, una película hecha para contender en los festivales y en las ceremonias de premiación por su impecable manufactura, aún y cuando no tenga tanto impacto en el espectador y deje una sensación de que pudo haber dicho más o hacerlo de mejor manera. Sin embargo, el riesgo que Bradley Cooper toma al poner a este personaje en pantalla es encomiable. Sobra decir que será protagonista de las entregas de premios, más no hay garantía de que coseche varios galardones puesto que la competencia es dura. Sin duda, si algún acierto tiene esta cinta es mostrarnos las pasiones, las inseguridades, la vulnerabilidad y los demonios internos que amenazaron la vida y la carrera de uno de los más grandes entre los grandes de la música clásica y contemporánea, con un talento tan inmenso como la catedral Ely.

Maestro. Bradley Cooper. 2023. E.U. Sikelia Productions/Amblin Entertainment/Lea Pictures/Fred Berner Films.

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