Entrevista con el violinista yucateco fundador de “The Gardel Trio”
Género exento de presentaciones, no obstante lo insuperable y vasto de su hechura, el tango es un universo definido por la suma de acentos, vivencias, lamentos y profundas tristezas en cada composición de su catálogo. De estirpe rioplatense, en su árbol genealógico hay síntomas cubanos y brasileños, que combinados producen su sonido inspirador y sufrido, rebasando cualquier intento de descripción. La razón es simple: solo será posible comprenderla por el estado emocional al que nos lleva a trascender. Es toda una vivencia humana para escuchar y convertirla en danza.
En estos tiempos, la trayectoria de Astor Piazzolla es una recordación obligada del tango con todos sus efectos controversiales. Músicos académicos y populares se han disputado la paternidad del intérprete y del género mismo. Lo verídico es que, definiciones aparte, es música bellísima, eminente y universal. Su poder de convocatoria no reconoce fronteras y no obstante lo ortodoxo de su origen, tiene presencia en los instrumentos del Trío Gardel, radicado inesperadamente en la milenaria China, en su enorme ciudad de Shanghai.
Oriundos de Noruega, de Rusia y de México, sus integrantes asumen la unicidad que da el estilo. De unos años a esta parte han puesto el esfuerzo – no pequeño – en dar su versión propia, que desde luego, es brisa fresca por tanta cualidad en su factura. De sólidas formaciones académicas, logradas en conservatorios y con trayectorias que – considerando su juventud – impresionan, los maestros del Gardel pueden hablar el mismo lenguaje y transmitir un mismo significado tanto en concierto como en su reciente álbum “Reliquias”, una colección de temas que exploran y van más allá de lo que suele simbolizar el Tango.
En Denis Davydov, acordeonista de nacionalidad rusa, radica la dirección artística y está a cargo además del bandoneón. El joven pianista noruego Jens Peter Jongepier, es el integrador de la base armónica y dialogador contrapuntístico con el violín del yucateco Rael Solís-May, cofundador del concepto y del grupo.
Al pasar algunos días en la ciudad de Mérida, aproveché la feliz coincidencia para charlar brevemente con nuestro paisano, a lo que debo agregar que la entrevista con el maestro Solís-May fue un poco sorpresiva pero gratamente aleccionadora. Aquí nos habla del génesis y resultados de su proyecto:
Soma, Arte y Cultura: Gracias por la oportunidad de tener esta conversación. Bienvenido de nuevo a Yucatán. ¿Cuál es la intención de recrear el tango como proyecto principal?
Rael Solís-May: En primer lugar es por su universalidad. Está su intensa capacidad expresiva y es de notarse que tiene aceptación no solamente en concierto, sino como música para bailar, lo que llena una necesidad agregada.
SAC: Acerca del repertorio, ¿qué tan complicado fue elegirlo y qué criterios siguieron?
RSM: Fue complejo, pero sólo relativamente hablando. Este trabajo había sido largamente discutido e investigado. Para pasar a la práctica, en efecto nos hemos tomado el tiempo suficiente para dar nuestro propio carácter interpretativo a temas antiguos o tradicionales. Pero no hemos querido hacer una versión fotográfica, sino presentar con una propuesta flexible para seguir logrando el Tango, ahora con un sabor más amplio. Por supuesto, incluimos todos los aderezos, como los <yeites>, esos golpes o tamborileos semejantes a una “chicharra” que se producen con el arco del violín, necesarios para un clímax en el diálogo con los demás instrumentos. Persiste lo que se conoce como “marcato” de las frases musicales. Uno de nuestros temas – “Julián” – incluye un verso en chino como introducción, hasta alcanzar la fuerza dramática que es concluyente del género.
SAC: ¿Cuáles serían los rasgos más gratificantes de este proyecto?
RSM: Definitivamente, recibir los comentarios de quienes nos escuchan pero sobre todo de quienes bailan con nuestra música. Actualmente hemos avanzado en el gusto de más público y tenemos una participación frecuente en festivales nacionales e internacionales, habitualmente con resultados alentadores. Nos sentimos afortunados de que nuestro álbum se encuentra disponible en todas las plataformas digitales. Se puede descargar, por lo que pueden considerarlo una invitación a bailar. Desde luego, estamos abiertos a más participaciones en vivo y no se descarta ampliarnos a una agenda en varios espacios de Europa y América.
SAC: ¿Hay posibilidad de incluir a nuestro país dentro de alguna gira próxima?
RSM: Por supuesto, sería maravilloso. Tenemos a favor la internacionalización del género. El Tango deja un aroma único donde se presente y venir a México implica una plataforma importante, por la diversidad de su público. Estaremos encantados.
Agradeciendo la amabilidad de Rael Solís-May y por extensión de los maestros Jongepier y Davydov, por su música y sus conceptos, reiteramos que es un alegre motivo saber que, aunque todavía no vivimos el mundo que será dentro de cien años, hoy se avanza a una dimensión nueva, enriquecedora donde las fronteras se van pareciendo más a una abstracción que a una realidad.