Si no viste la primera parte, ¡aquí puedes leerla!
El reconocimiento que el cómic ha tenido en los últimos 20 años, ha permitido la publicación de un número cada vez mayor de obras literarias dedicadas a analizarlo desde perspectivas históricas, críticas, filosóficas y técnicas, además de que ya se han popularizado los manuales sobre cómo fabricarlos. En esta segunda parte abordaremos algunos títulos que merecen ser conocidos si se desea hablar seria, que no solemnemente, sobre el llamado noveno arte.
Eso que llamas cómic…
Scott McLoud popularizó el análisis del cómic con su seminal obra Understanding comics, donde no sólo repasa históricamente el devenir del medio, también lo explica y define. Aunque él mismo ha aceptado que los años le han pasado por encima a su biblia, la obra se sostiene por su ritmo tan fresco y las posibilidades que plantea. Ya está preparando una nueva versión, donde incluirá a las nuevas tecnologías y los nuevos canales de distribución.
En el ínterin, McLoud escribió dos secuelas a su original libro: Reinventing comics, donde discute otras posibilidades de hacer cómic (recordemos que McLoud es uno de los pioneros en hacer webcómic real, uno que únicamente pueda ser leído a través de una pantalla de computadora, no sólo que sea un dibujo publicado en la red) y las perspectivas a futuro; Making comics es un manual sobre cómo fabricar tus propios cuentitos, los detalles a tomar en cuenta para lograr una buena narrativa y consejos para desarrollar historias y personajes. Los tres libros son esenciales para conocer ese todo llamado industria del cómic.
Otra persona bastante influyente en la historia estadounidense del cómic es Will Eisner, a quien (tal vez equivocadamente) se la ha nombrado el padre de la novela gráfica. Eisner llegó a publicar también tres libros sobre su visión del cómic (de hecho, el que McLoud también lleve tres no es coincidencia). El primero, Comics and sequential art, es su explicación sobre lo que es un cómic y el lenguaje que maneja. Utilizando ejemplos modernos, Eisner describe las posibilidades narrativas dentro de un cómic. Incluso se mete con algo de psicología para explicar ciertas historias.
En su segunda parte, Graphic storytelling and visual narrative, se adentra en explicar los cómo de la narrativa comiquera, da consejos y detalla por qué los cómics tienen posibilidades diferentes a las de la literatura o la pintura, en cuanto a contar historias se refiere. La tercera entrega, Expresive anatomy for comics and narrative, es un manual para que los dibujos transmitan emociones y sensaciones, indispensable si se es dibujante.
Eso que llaman cómic…
Si bien las obras mencionadas se enfocan a definir y explicar al cómic como medio de comunicación o arte, lo cierto es que ello no sería posible sin la crítica filosófica, pues sólo así pueden comprenderse los alcances sociales e históricos de las grandes obras del cómic.
La Arquitectura de las viñetas, de Rubén Varillas, es un monumental ensayo sobre el discurso en el cómic, donde se abordan cuestiones como la temporalidad, el ritmo y el papel de cada uno de los elementos tanto gráficos como escritos que conforman una historieta. Presentando ejemplos claros, el autor discute sobre los niveles narrativos, la metanarración y la importancia de que todo lo expresado dentro de un cómic tenga valor para la historia que se desee narrar. Lo más interesante es la discusión que escribe sobre la temporalidad dentro de un cómic y cómo ello afecta a la historia.
Historia social del cómic, de Terenci Moix, es un interesante punto vista de vista a los fenómenos de masas que ha propiciado el cómic en sus poco más de 100 años. Lo interesante es que el libro analiza la forma en que el cómic ha generado modas y formas de ver la vida, pero también le echa un ojo a cómo la historieta ha reflejado el devenir histórico y las respuestas que ha presentado a este. De lectura un tanto pesada, conviene acercarse a él si se desea contar con bibliografía para estudios académicos sobre cómics.
¡Chin, pun, cuaz!
Uno de los libros más curiosos, que no analiza ni propone hipótesis sobre el cómic como objeto de estudio, pero define un aspecto importantísimo, es el Diccionario de onomatopeyas del cómic, escrito por Luis Gasca y Román Gubern, y no es más que eso, un diccionario para comprender a que hacen referencia esas palabras que simbolizan sonidos dentro de una página de viñetas.
Profusamente ilustrado, lo que facilita la comprensión, el diccionario se da el trabajo de compilar una cantidad bárbara de ideogramas, donde lo de menos es el orden en el que se presentan (alfabético, por si se lo preguntaban), también se avientan la traducción de algunas y proponen soluciones para aquellas que no pueden pasar de un idioma a otro.
Y para finalizar, no podemos irnos sin acercarnos a un libro que toque los temas mexicanos. De San Garabato al Callejón del Cuajo es un breve vistazo a los cómics de Rius y La Familia Burrón, basado en la exposición museística del mismo nombre. El libro presenta un marco histórico de todas las obras y su influencia en la cultura popular mexicana, por lo que vale la pena para conocer un México que ya no existe. Además, está aderezado con una brevísima historia factual de la ilustración y el cómic en México. Véase más por nostalgia que por interés académico, para conocer sobre los dos fenómenos mencionados.