Una selección poética del libro “Océano mudo”, de la escritora y fotógrafa tabasqueña Kary Cerda.*
Ávila
Como el influjo de la marea sobre la playa niña
acompañabas por la tarde mis quehaceres
ante tus ojos de selva en llamas
recité poemas y tablas de multiplicar
erguida sobre el banco de la cocina
no aplaudías
pero me peinabas con esmero para la ceremonia
juntas descubrimos a Santa Teresa
forraste el libro con su foto en blanco y negro
y el que me regalaron cuando gané el concurso
muchos años después recorrimos Ávila
y visitamos las murallas por donde ella huyó
en busca de los moros
ya para entonces
habíamos naufragado
Madre
Cuídate mucho
te dije
cuídate por favor
que tú no tienes experiencia alguna
pero no hubo manera
madre
no la hubo
cundió el invierno
la muerte
y tantas veces la vida
se enfrentan
mano con mano de una misma
sin embargo
para ti
estar sola era castigo
por ello –pienso– ante el umbral
te vi desesperada clamar por compañía
para ayudarte a guarecer tu corazón del frío
planta con valentía tus raíces
protege tus pies con cebo
y enfrenta la creciente
camina contigo y junto a ti
recuérdalo siempre madre amada
más vale tarde que más tarde
que para ninguna de nosotras
ha caído la noche todavía
Tesón
Con vigor prolífico
acompañaban tus maldiciones
la estela de mi paso adolescente
erguías con tesón
flores agrias sobre el altar
donde naufragó el himen
en sacrifico corrupto
a tu lado
la lucha fue tenaz
entre algodones
no se aprende la fortaleza
Belleza
Sobre tus rodillas aprendí el detalle
y la sobria armonía de la delicadeza
lo exquisito sobresalía
y ganaba en toda lid
juntas honramos la belleza
pero nunca la mía
esa
me lo dijiste siempre
era un peligro
Aguamala
Corrompe el trópico dulzuras en tus pliegues
miriñaques y aguamalas se mezclan iracundos
anegando la tarde enfebrecida
absorta me amamantas
recibo la sangre hecha cenizas
aspiro su tumulto de palabras
y canto
desconcertada
pero canto.
*Los presentes textos fueron publicados originalmente en el libro “Océano mudo” (Literaria Editores, 2019).