CERRADO POR MUNDIAL (PARTE VI)
Pasada la vorágine electoral puedo sentarme nuevamente a escribir sobre lo más importante de lo menos importante: el fútbol. Es interesante porque creo que la atención de todo el país estuvo centrada sobre la elección de Andrés Manuel López Obrador cómo el próximo presidente de México por lo que la euforia mundialista bajó de tono. A eso hay que añadirle que la Selección Mexicana regresó nuevamente los niveles de siempre, a dónde su fútbol le alcanza para llegar: los octavos de final. Si contra Suecia las alarmas se habían encendido al grado de mostrar a una selección en franca etapa terminal, el partido contra Brasil terminó por exhibir a los mexicanos. Y no es que hayan jugado tan mal ante los brasileños, simplemente jugaron en su nivel usual. Lo triste es que después del partido contra Alemania, incluso los más escépticos hacia la selección pensamos que había llegado el momento dar ese paso en un Mundial de Fútbol y que México tenía enormes posibilidades de colarse entre los ocho mejores equipos del Mundo. No fue así.
Lo que siguió fueron los mismos discursos de siempre, los mismos pretextos y las mismas conclusiones. Al final, me temo que no pasará nada, pues lo más importante se ha conseguido: las arcas de la federación y de las televisoras se encuentran llenas, lo demás viene sobrando. Vendrá un nuevo técnico, una eliminatoria más y, gracias a la bendita CONCACAF, dentro de cuatro años otro mundial, siendo lo más probable que la película se repita de nueva cuenta. Un dato: México ha sido eliminado siete veces en la ronda de octavos de final en el Mundial y ello supone un récord: ninguna selección ha conseguido algo similar. Para que luego no se diga que no somos, al menos, campeones en algo.
Salvo el partido entre Brasil y México en el que fue notoria la superioridad de un equipo sobre su rival, los demás juegos de octavos de final fueron muy reñidos y emocionantes. Argentina y Lionel Messi pelearon con las pocas armas que tenían ante una joven y rápida selección francesa que los despachó gracias a un chico de tan solo 19 años que responde al nombre de Kylian Mbappé. Una saeta a la que los defensas argentinos vieron solamente de espaldas mientras corrían desesperados para fracasar en su intento de alcanzarle. Messi luchó, pero está claro que para el llamado mejor jugador de la historia ganar un título con su selección es algo que parece inalcanzable.
Llegará a Qatar con 35 años y la empresa se antoja muy complicada, sobre todo porque Messi no ha encontrado en la selección argentina el ingrediente que sí encuentra en el Barcelona y que lo catapulta a alturas insospechadas: la felicidad de jugar al fútbol. Mientras tanto, los franceses se deleitan con el alegre muchacho que parece estar llamado a convertirse en el mejor del planeta y que podría con tan corta edad estar levantando la Copa de la FIFA emulando lo que hizo el Rey Pelé cuando siendo aún adolescente se coronó campeón en 1958.
Los franceses van a verse las caras con un Uruguay que ha demostrado que cuenta con la garra y los jugadores para enfrentarse y ganarle a cualquiera. En octavos, un inspirado Edinson Cavani vulneró en dos ocasiones la meta portuguesa –la segunda con el que quizá sea el gol más técnico de todo el campeonato– para eliminar a los campeones de Europa y poner en su lugar a un Cristiano Ronaldo que se fue perdiendo junto a su selección mientras avanzaba el torneo. Lamentablemente para los sudamericanos, Cavani salió lesionado y no podrá jugar ante los galos quienes ya por ello llevan una buena ventaja. Los charrúas dependerán de un Luis Suárez que aún no aparece en el campeonato, para poder hacer daño a la portería que resguarda con mucha gallardía el veterano Hugo Lloris.
España se despidió con todo y su estético juego al ser incapaces de vulnerar la meta rusa después de tener el balón en sus pies durante 90 minutos y dos tiempos extras. Los rusos se dedicaron a destruir el ataque español y defendieron con todo su territorio para llevar al partido hasta los penales en los que simplemente no fallaron. España es una selección con gran talento que tiene todo para recomponer el camino y regresar por sus fueros a disputar los primeros lugares del torneo. La clave parece ser mantener al emergente Fernando Hierro en la dirección técnica y seguir con ese estilo de juego que es el que le ha dado hermosos frutos en competiciones anteriores.
El fútbol necesita de selecciones como La Roja que engrandece al juego al intentar jugar siempre bien y bonito. Por su parte, Rusia va a toparse con los talentosos y orgullosos croatas que tuvieron que llegar también a los tiros desde los once pasos para despachar a los daneses de vuelta a Copenhague. Croacia se ha visto poderosa y tiene todo el deseo de emular lo hecho por su legendario equipo encabezado por Davor Suker en el mundial de Francia 1998. Son favoritos aunque se enfrenten a los locales.
Bélgica y Japón han protagonizado el que quizá sea el mejor partido de todo el Mundial de Rusia. Los nipones se fueron arriba con dos tantos y cuando parecían encaminados a dar la mayor sorpresa de los octavos de final se toparon con unos auténticos diablos rojos. Los belgas hicieron la diablura y no solamente les empataron el partido sino que fueron capaces de generar un eléctrico contragolpe en el minuto 94 y convertir un gol que dejó tendidos en la cancha a los valientes japoneses. Bélgica es una selección que desde el principio del torneo ha levantado la mano entre los favoritos de siempre para apuntarse como un novel aspirante. Tiene un juego vertical, alegre y veloz que ha demostrado que el equipo es capaz de competirle a cualquiera. En su camino se encuentra el gran favorito Brasil y es muy probable que ese partido arroje al próximo Campeón del Mundo.
Inglaterra por fin lo consiguió y dejó atrás a su gran fantasma: la ronda de penales. Tuvo que llegar a ellos para vencer a una Colombia que había luchado con todo y que se vino abajo en el marcador por un penal en extremo riguroso que encajó el gran Harry Kane. Fue hasta el minuto 94 cuando Yerry Mina se elevó y, paradójicamente, empató el partido al más puro estilo inglés con un portentoso remate de cabeza. Ello provocó el alargue y luego los penaltis, una ronda de la que nunca antes los ingleses habían salido victoriosos en una copa mundial.
Finalmente lo han conseguido y con ello apuntan hacía la final del torneo. Hace mucho que una selección inglesa no tenía realmente una oportunidad para llegar hasta el último juego mundialista. Ahora la tienen con un equipo muy joven y que exuda talento entre sus filas, sobre todo al ataque con el letal Kane apoyado por la juventud y la explosividad de jugadores como Raheem Sterling o Dele Alli. Enfrente tendrán a una aguerrida selección sueca que se instala por primera vez en la ronda de cuartos de final desde el Mundial de 94. Los suecos vencieron por lo mínimo a los suizos para pactar su cita con la poderosa selección insular.
Para muchos el Mundial inicia en los cuartos de final. Es cuando las comparsas que consiguieron la hazaña de calificar a octavos han quedado fuera. Es cuando las sorpresas que lograron deshacerse de algún favorito buscan continuar escribiendo una magnífica historia. A la fiesta futbolera le queda poco más de una semana de vida. Ha presentado grandes partidos y la mezcla de estilos y de culturas de todo el planeta ha resultado en una enorme celebración, a pesar de incidentes lamentables como el acoso en contra de mujeres periodistas por parte de varios inadaptados que han hecho gala de machismo frente a las cámaras cuando las profesionales del periodismo estaban realizando su trabajo. Tristemente nada puede ser perfecto y eventos como éste suelen sacar a relucir lo mejor y lo peor de la intrincada humanidad. A partir del viernes se viene lo mejor del Mundial y un nuevo campeón se asoma por el horizonte, para lucir tal blasón en las canchas de todo el planeta durante los próximos cuatro años. ¿Quién será el campeón de entre los ochos mejores? Ya veremos…