Las colosales orquestaciones para coreografías tanto del italiano Respighi como del húngaro Kodály y la interpretación de una de las sinfonías más relevantes de la etapa temprana de Mozart, conformarán el atractivo séptimo programa a presentar este fin de semana por la Orquesta Sinfónica de Yucatán.
En conciertos previstos para los días 25 y 27 de marzo en el Teatro Peón Contreras, la OSY evocará una perla del neoclasicismo con inspiración del barroco, Aires y danzas antiguas, Suite No. 1 de Ottorino Respighi y las Danzas de Galánta, basada en el folclor húngaro de Zoltán Kodály, además de la Sinfonía No. 29 del genio Wolfgang Amadeus Mozart. Bajo la dirección del maestro Juan Carlos Lomónaco, la Sinfónica de Yucatán compartirá esas tres obras de gran estética musical al público.
Dentro de la serie Aires y danzas antiguas, la Suite No. 1 (de tres), del italiano Ottorino Respighi (1879-1936), se destaca por su intensidad, colorido y gran orquestación, cualidades que le permitieron trascender en el tiempo. Autor del tríptico Fontane di Roma, Pini di Roma y Feste romane, el autor se inspiró en la música italiana de los siglos XVI al XVII, en particular de las composiciones de Claudio Monteverdi, Antonio Vivaldi y Benedetto Marcello, para lograr esta obra maestra de espíritu campirano y pasajes fulgurantes.
Respighi se mostró como un gran musicólogo al estudiar con profundidad la música italiana antigua y publicar las composiciones de sus predecesores, además de que fue capaz de transmitir la esencia de esa época y dar validez a la música de los compositores del barroco italiano. En Aires y danzas antiguas se dan la mano la música barroca y el modernismo, con un equilibrio genial en su expresión, sacando a relucir elementos clásicos del pasado como la estructura, expresividad y brillantez musical.
En la siguiente obra del programa, la OSY compartirá las Danzas de Galánta de Zoltán Kodály (1882-1967), uno de los más destacados músicos húngaros de todos los tiempos, cuyo estilo musical, en principio posromántica-vienesa, evolucionó hacia su estilo principal: la mezcla de folclor y armonías complejas del siglo XX. El autor coleccionó miles de canciones populares húngaras, muchas de las cuales fueron base de su inspiración para escribir sus partituras, las que perfeccionó con singular estilo, de acuerdo con las nuevas tendencias del nuevo siglo, a la manera de su colega Béla Bartók.
Kodály estudió en Galánta (hoy Eslovaquia), ciudad a la que dedicó sus famosas Danzas, mismas que son arreglos de material ya existente como las danzas propias del folclor húngaro. La estructura de las Danzas de Galánta de Kodály es de tres partes (la introducción orquestal, la cadencia del clarinete y la exquisita sección posterior andante maestoso) seguido de un friss (fresco) que comienza con un allegro moderato y luego estalla en cuatro danzas rápidas diferentes.
La OSY cerrará con broche de oro sus presentaciones con una de las más conocidas sinfonías de creación temprana de Mozart (1756-1791), la No. 29, que se distingue por una conformación instrumental más reducida, parecida a una orquesta de cámara. La obra reboza de alegría y optimismo en su forma y contenido. La Sinfonía No. 29 en La mayor, K. 201 fue terminada por el compositor el 6 de abril de 1774 cuando tenía 18 años de edad y junto con la Sinfonía No. 25 representa una de las más destacadas de su primera etapa de creación, en términos de expresividad, inconfundible estilo y dominio formal del género.
Los conciertos tendrán lugar el viernes 25 de marzo a las 20:00 horas y el domingo 27 a las 12:00 horas, por lo que los boletos están disponibles en las taquillas del Teatro Peón Contreras (100, 200, 250 y 300 pesos) y también pueden adquirirse en la página www.sinfonicadeyucatan.com.mx
