Más allá de la albarrada: Neoarte yucateco

Conchi León, Lizette Abraham y Pablo Mercader triunfan fuera de la península.*

En ocasiones anteriores he referido la urgente necesidad de que los creadores locales actualicen su quehacer artístico al correr de los tiempos. El estatismo y la zona de confort de los artistas más veteranos ha provocado que se estanquen en el costumbrismo y la tradición más ramplona, con la venia institucional y el aplauso fácil de un público poco exigente. ¿Pero cómo es percibido el arte yucateco en otros lares? Y, sobre todo, ¿qué es lo que exportamos? ¿Cómo y qué es lo que se valora en otros mercados?

Recientemente, el crítico de teatro Fernando de Ita habló de Conchi León y su presencia en el Festival Cervantino con la obra “La tía Mariela” como una renovación del teatro regional heredero de la familia Herrera. Y es que la León parte de ahí, pero incorporando el biodrama al tiempo que aborda tópicos de los cuales nunca se habló, siempre atendiendo a las “buenas costumbres”, como la misoginia, la violencia intrafamiliar y de género, que gracias a una sobriedad emocional y a tintes humorísticos evita caer en el panfleto o el melodrama televisivo.

Por otro lado, el miércoles 31 de octubre la artista visual Lizette Abraham participó en la Noche de Museos en la capital del país en un singular concierto de jazz progresivo con el grupo Arbo, donde a la par de la música se proyectó su trabajo fotográfico y escenificó un performance en el patio interior del Museo San Carlos, donde el vestuario y el desplazamiento espacial se imbricaron con la música interpretada ante la mirada de los asistentes que llenaron el recinto.

Al día siguiente, 1 de noviembre, Raquel Araujo recibió la medalla Xavier Villaurrutia por parte del INBA y la 39 Muestra Nacional de Teatro, por sus más de 30 años de trayectoria como protagonista de las artes escénicas del país. Su mérito al frente de Teatro La Rendija, pese a quien le pese, es indiscutible. Lo mismo que el de otras agrupaciones del terruño que forman parte del programa, como la compañía Síndrome Belacqua con la obra “Bitácora de Guerra”.

Ese mismo día, el actor, bailarín y performancero Pablo Mercader Duch, participó en el reality show La Carrera Drag CDMX, pasando a la siguiente ronda del programa. Como vemos, todos estos artistas yucatecos son protagonistas del panorama nacional e internacional, pero brillan incorporando nuevas poéticas y otras estéticas en sus discursos artísticos. Ese es el arte que se valora allende a la península primordial, ese es el arte que también nosotros deberíamos apreciar, el nuevo arte que se encuentra más allá de la albarrada…

*Publicado originalmente en la columna “Panopticón Cultural” de Milenio Novedades el 3 de noviembre de 2018.

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