Tras una breve dolencia falleció ayer lunes en la ciudad de Mérida la eminente profesora Beatriz Rodríguez Guillermo, Directora de la Escuela Superior de Artes de Yucatán y reciente recipiendaria de la Medalla de Oro al talento creador, distinción otorgada por el Festival Internacional de la Cultura Maya (Ficmaya), hecho que se anunció durante los primeros días de septiembre. Sus familiares y amigos han comenzado a recibir las condolencias de sus allegados en la funeraria Ethernus, en Santa Gertrudis Copó, al norte de la ciudad. Al día de hoy contaba con 57 años de edad.
Beatriz Rodríguez Guillermo fue escritora y maestra. Nació en Mérida, Yucatán, en 1959 donde realizó sus estudios profesionales en la Normal Rodolfo Menéndez de la Peña y posteriormente la licenciatura y maestría en Educación en la Universidad Pedagógica Nacional. Entre su obra de creación se encuentran varios poemarios como: En tonos diferentes y Preciso instante de amor. También aparece su poesía en las antologías La voz ante el espejo y Horas a salvo. También publica cuentos para niños, como La lechuza y el ratón.
Publicaciones
- Poesía “En tonos diferentes”, “Preciso instante de amor” y “Crónica de ángeles y ciudad”.
- Cuento infantil: “La lechuza y el ratón”, “El Sol alrededor del parque” y “Samantha”.
- Sus relatos han formado parte del Programa Nacional de Lectura “Libros del rincón” de la SEP.
Literatura para niños
- La lechuza y el ratón, Corunda/DGP-Conaculta, El Sueño del Dragón, 1998. El Sol alrededor del parque, Corme, 2003.
- Premio de Poesía Carlos Duarte Moreno 1983.
- Premio de Cuento para Niños por El Sol alrededor del parque, otorgado por el Gobierno del Estado de Yucatán, y el Instituto de Cultura, en 1992.
- En 1994 obtuvo el reconocimiento de la Academia Yucatanense de Ciencias y Artes por su Aportación en Beneficio de la Cultura.
- 1999 la Medalla al Mérito Artístico en el área de Letras, Gobierno del Estado de Yucatán.
Soma, Arte y Cultura se suma a la pena que embarga a sus deudos y despide a la ilustre maestra con un poema de su propia autoría. Que descanse en paz…
Convoco el relámpago
que cruza el país de la memoria
para un segundo la luz
rescatar
rescatarme
alzar cada palabra
observarla deshacer el silencio.
Y nada
Sólo tus pies inocentes
recorriendo mi nombre
Los miraba
-lo juro-
y era de noche.
Qué caverna servía de guarida a las olas
Dónde los peces se enredaban
Y el musgo
Para qué
Entrego mi sombra
(Es un asunto personal
este de amarte).
Se va una gran mujer, deja un gran vacío
En efecto, todos lamentamos su muerte. Gracias por visitarnos.