La paternidad en el cine: “La ballena” y “Aftersun”

En su columna, Anahí García Jáquez aborda dos ejemplos específicos de padres que están muy presentes en la memoria colectiva por haber sido parte de la temporada de premios 2023: "La ballena", de Darren Aronofsky y "Aftersun", de Charlotte Wells. ¡No dejes de leer su análisis...!

La paternidad ha sido abordada de diferentes formas en el cine hollywoodense. Ha habido los padres convencionales, los divertidos, los estrictos, los relajados, los que apoyan a sus hijos, los que les ponen trabas… En fin, que retratos de la figura paterna hay de todos colores y sabores. Sin embargo, en este texto abordaremos dos ejemplos específicos que están muy presentes en la memoria colectiva por haber formado parte de la temporada de premios 2023.

Ambos filmes acumularon reconocimientos, pero quienes acapararon la atención por sus respectivos roles fueron Brendan Fraser y Paul Mescal, que dan vida a dos personajes que tienen en común el ser padres, pero a la vez hay detalles que los distinguen entre sí. He aquí los respectivos análisis:

La Ballena (The Whale)

El protagonista de esta historia es Charlie, un profesor de literatura que vive recluido en su departamento a causa de su obesidad mórbida que le ha quitado la movilidad. Su trabajo consiste en dar clases en línea pero ocultando su rostro debido a la vergüenza que su condición le causa. Está bajo el cuidado de Liz, una enfermera con la que comparte un lazo afectivo muy fuerte: Charlie abandonó a su esposa e hija porque se enamoró de Alan, su alumno y hermano de Liz. Alan, al ser un hombre criado de forma estricta y con creencias religiosas arraigadas, no soportó el remordimiento debido a su relación y se suicidó.

Es así como Charlie, incapaz de lidiar con su dolor, es preso no sólo de las cuatro paredes de su casa, sino de la prisión que él mismo se ha construido, que en este caso es su cuerpo, del cual es prisionero y es dentro de esa cárcel que él está pagando sus culpas por haberse enamorado estando él en una posición de ventaja (maestro – alumno) y sobre todo, por dejar atrás a su familia, siendo su hija una niña de tan sólo 8 años.

Un día, de repente, aparece en su puerta su hija Ellie, a quien no ha visto desde hace 8 años, por lo que deducimos que tiene 16 años. El encuentro es tenso ya que empiezan a salir los reproches por parte de la joven, quien además se burla del aspecto físico de su padre. En un intento por tratar de  reconectar con ella, Charlie le ofrece todo el dinero que tiene guardado en su cuenta bancaria para que, así, Ellie pase tiempo con él a escondidas de su madre. La chica acepta con la condición de que Charlie le ayude con su tarea a la vez que escribe en un cuaderno que su padre le ha dado.

Es a partir de aquí que comienzan los esfuerzos de Charlie por enmendar su relación o, de plano, tratar de establecerla de cero, con Ellie, quien claramente ha sufrido mucho por su abandono y su comportamiento es una muestra de ello. Su rebeldía impide la posibilidad de un diálogo más o menos civilizado con su padre cuyo deseo más grande es resolver los pendientes que tiene porque sabe que la hora de partir de este mundo ya se acerca y es imposible detenerla (aparte de que tampoco desea hacerlo), por más que Liz quiera procurarle tratamiento médico.

Charlie busca detectar cualquier atisbo de bondad en Ellie con la esperanza de que sea una adulta sana emocionalmente y sentir que su ausencia no la perjudicó demasiado. Se siente herido cada que experimenta el rechazo de su parte pero él no ceja en su intento de estar en la vida de su hija ya que esto significaría su redención de todo aquello que viene arrastrando y que no lo deja vivir en paz. Aún y cuando Ellie se esfuerza en hacerle saber cuánto lo odia y el asco que él le provoca, Charlie no se rinde ya que descubre que, en el fondo, es buena persona ya que es capaz de ayudar a otros y es así como siente que ya ha alcanzado la redención y que se puede ir de este mundo lo más tranquilo posible.

Es así como se nos muestra el daño que un padre le puede hacer a un hijo al dejarlo a su suerte y cómo el arrepentimiento a veces puede ser tardío pero a la vez necesario para saber darle un cierre y, en el caso de Charlie, expiar la culpa que lo ha hecho vivir en un suicidio tremendamente largo.

El final nos deja a la interpretación libre sobre qué será de la vida de Ellie una vez que ha estado con su padre en sus momentos finales y si la experiencia valió la pena para ella, ya que lo único que Charlie quiso fue darle no sólo dinero para dejarla protegida, sino momentos breves para pagar por todos los años que no estuvo a su lado. Charlie se va revelando debajo de esa coraza de fuerza y agresividad, mientras que Ellie es sólo una niña anhelando tener a su padre y su esencia es bondadosa por lo que, como él mismo dice, quiere saber que hizo una sola cosa buena en la vida: tenerla como hija. The Whale. Darren Aronofsky. 2022. Protozoa Pictures.

Atardecer (Aftersun)

Por otro lado, tenemos a un padre muy presente en la vida de su hija. Aftersun nos presenta a Sophie, una niña de 11 años que está de vacaciones con su padre Calum en una playa turca. Desde un principio se nos advierte que estamos viendo una historia contada desde la perspectiva de la niña ya que graba algunos momentos del viaje con su cámara, por lo que captará momentos posados pero también espontáneos. Calum es un joven padre que, a pesar de estar divorciado de la madre de Sophie, está involucrado en su crianza y tiene las preocupaciones típicas, en este caso, la dificultad para proveer económicamente a su hija así como no poder darle ciertos lujos de la forma como quisiera, pero aún así se las arregla para no demostrarle que el dinero es un problema fuerte aún y cuando la niña es lo suficientemente lista para darse cuenta de ello.

Conforme va avanzando la trama, nos damos cuenta que hay algo que no está bien con Calum: está pero no está ya que por momentos se le nota distraído y pensativo, a ratos su mirada es triste, no suele hablar tanto y el espectador comienza a conjeturar acerca de lo que le puede estar sucediendo aún y cuando la mayor parte del tiempo sonríe y bromea con Sophie.

No tardamos mucho en enterarnos que a Calum le pesa la vida de forma por demás evidente, tanto que él mismo no sabe cómo ha llegado hasta los 30 años y desconoce si llegará a los 40, aún y cuando está consciente de su responsabilidad como padre de una jovencita. Sus esfuerzos por cumplirle a su hija son claros, ya que la escucha, la aconseja, le ofrece su apoyo pero todo esto sin poder garantizarle que estará ahí, ya que cada palabra suya suena a despedida. Todo esto producto de la depresión que podemos deducir que padece y del dolor que no lo deja ser ni estar.El espectador se convierte en testigo de cómo Calum se va derrumbando y ni siquiera su hija es capaz de mantenerlo en pie por más que se aferre a ella. Sus intentos de ser un mejor padre que el que él tuvo no son en vano pero al ser una bomba de tiempo que puede explotar en cualquier momento, producto de lo que viene cargando y que reprime para mantenerse fuerte porque no se puede permitir el que Sophie lo vea así.

La escena donde ambos bailan Under Pressure nos dice quién está tratando de sostener a quién y cómo es que uno de ellos se escapa de las manos del otro y una vez que termina esa vacación, nos quedamos llenos de incógnitas que ni la presencia de una Sophie adulta nos podrá resolver, puesto que analiza todo el material que grabó para tratar de entender a su padre y qué fue lo que no pudo ver, lo que no percibió o lo que no intuyó. El final nos deja una interpretación muy abierta puesto que desconocemos si fue su último viaje juntos, pero lo que sí sabemos es que marcó un parteaguas.

 

Y aquí se nos muestra cómo es que los recuerdos y la construcción o deconstrucción de ellos nos sirven, no solo para revivir la felicidad de tiempos pasados, sino para lograr una total comprensión o para conocer a fondo quiénes son nuestros padres porque, antes que cualquier otra cosa, son seres humanos con todo lo que eso conlleva. Al final solo las memorias permanecen y los hijos, una vez que los padres se van, se quedan con la tarea de recoger los pedazos y armar el rompecabezas y así saber quiénes fueron las personas que nos dieron la vida.

Es así como este par de filmes presentan a un par de personajes entrañables interpretados por dos actores que los encarnaron de forma espléndida y cuyo retrato de la paternidad perdurará entre los amantes del séptimo arte por estar tan bien delineados y por recordarnos que ser padres no es nada fácil, pero, como todo en la vida, la lucha se le hace. Aftersun. Charlotte Wells. 2022. BBC Films/

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