In memoriam, Leonard Cohen

El final de un gran poema

“Bajo la noche italiana, y sin poderme quitar la imagen de mi mujer con el maldito texano, coloqué Death of a Ladie’s Man de Leonard Cohen en la casetera del carro. Ningún otro álbum de nadie tenía lo suficiente para que yo alcanzara el sueño reparador en territorios tan inexplorados…” Agustín Fernández Mallo (Nocilla Lab).

Fallece Leonard Cohen, el verdadero poeta de la música. Termina con un profundo suspiro su último poema con la música sólo en su cabeza, ha llegado el milagro esperado. Desde que nació en la fría Montreal poco antes de que estallara la segunda gran guerra, Cohen supo que era poeta y comenzó a esperar el milagro, el milagro de la palabra; el milagro de lograr, como poeta, el hechizo perfecto, y así tras vivir en el Mediterráneo encontró la puerta correcta: el rock. No era casualidad que de su alma surgiera la magia y de su cuerpo el arte; hijo de uno de los rabinos más importantes de Canadá, desde niño nuestro poeta con voz de aguas turbias había sido convencido por su padre de ser descendiente de Aaron, hermano de Moisés, el sumo sacerdote.leo-1

Cuando Leonard, tras la muerte de su padre conoció la música folk y la poesía de Federico García Lorca, William Butler Yeats, Walt Whitman y Jack Kerouac, a quienes consideraría sus maestros. Gracias a Butler Yeats, el famoso mago blanco de la poesía, es que Cohen comprendió que tenía que llevar la palabra mucho más lejos en este mundo para que esta realmente llegara a los oídos de la gente. Comenzó como poeta como he dicho y comenzó en grande, ganó varios premios desde joven con sus hechizos, sus poemarios Let Us Compare Mythologies (1956) y The Spice-ox of Earth (1961) son hasta la fecha grandes grimorios o libros de hechizos reconocidos por su estructura poderosa anti-clásica y por utilizar la soledad como si esta fuera el quinto elemento de la materia, moldeándola para su propia palabra.

Pero dentro de su obvia carrera como mago no podría quedarse ahí, así que apasionado por la mitología griega, compra una casa en Hidra, Grecia. Cohen utilizó las Islas Sarónicas para vivir de manera semireclusiva en lo que él mismo llamó su retiro en vida; aquel momento del poema que, con su rítmica, te permite meditar el resto de lo que se ha leído: “Sólo en la soledad y la reclusión es que dejas de ser alguien para llegar a la bestia, ese mismo alguien que alguna vez creyó ser alguien para encontrar a nadie se quema vivo y de su pelaje nace la vida…” (Flowers for Hitler).leo

Cohen comienza a surgir de entre las letras de sus maestros para esperar el milagro y surgen más allá de sus borradores sus primeros versos. Avanza de la poesía a la novela, Beautiful Losers (1964), escrita en Hidra se convierte en el primer canto del poema que fue su encarnada existencia; pasajes sexuales explícitos que retratan las fantasías de todo ser humano con los matices de una novela oscura de ficción realista. Si bien sus novelas tuvieron escasas ventas en comparación con sus poemarios, la perspectiva del tiempo que trae el milagro las ha convertido en claves de la literatura subversiva del siglo XX.

Pionero de la evolución del rock, mentira mediática es que Cohen inició su carrera musical decepcionado por su poco éxito comercial como escritor (tenía un paradisíaco refugio en Grecia), nuestro poeta con voz de aguas turbias tenía la magia de la palabra y adoptó el poder de la música para predicarla, tomó un una guitarra y heredó la estética de un vaquero existencialista, con traje y cigarrillo, sombrero y conjuros;  de un trovador de la tristeza y los sofismas. Cohen es uno de aquellos que crearon ese híbrido entre poesía y rock que es tan contundente hasta hoy día; Bob Dylan, Jim Morrison, Patti Smith y otros, siguieron ese vuelo con Cohen como el ave alfa en la punta.leonard-cohen-best-album-3949f4ea-581b-4ceb-9799-98fdee988b80

En 1967 se lanza por Columbia Records Songs of Leonard Cohen, su “debut en la música”, y coloco esto entre comillas pues cualquiera que sepa algo de poesía o de la hechicería sabe que la diferencia entre una y otra sólo se haya en el camino que las palabras surcan, este álbum comienza con los cantos clímax del poema que fue su vida. A Songs of Leonard Cohen, cuyo título es sumamente honesto (hubiera sido extraordinaria la posibilidad un álbum que se llamara “Canciones de Edgar Allan Poe”), le siguió una larga carrera, Cohen lleva su magia al cine, varios de los temas de este debut se incluirían en la banda sonora de la película McCabe & Mrs. Miller (Robert Altman, 1971).

Como dato curioso, prácticamente todo el álbum The Future (1992) forma la banda sonora de la película Natural Born Killers (Oliver Stone, 1994). Nuestro poeta con voz de aguas turbias nunca dejó ese tono sombrío de marqués en banca rota, de poeta parisino del siglo XIX en pleno siglo XX, de la luz de William Butler Yeats y la crudeza de Kerouac. En 1977, después de dos años y tras la leyenda en la cual se cuenta que el productor Phil Spector llegó a amenazarlo con una ballesta, se lanza Death of a Ladie’s Man, tal vez el álbum primordial de Cohen, donde la neblina entre poesía y música se expone a tal grado que la claridad de sus letras derraman lágrimas; Camino que  trazaría pasando I’m Your Man (1988), el ya mencionado The Future y hasta su final, cuando se despide este año con You Want it Darkerleo2

Y sí, siempre lo queremos más oscuro, más sombrío, pues la verdadera poesía y el verdadero Rock no brotan de la felicidad y el placer, “¡¡Toca desde tu maldita alma!!” decía el comediante Bill Hicks, y esa alma se convierte en nuestro poeta con voz de aguas turbias.

El final del poema no es realmente necesario, por lo menos no desde Charles Baudelaire, Ezra Pound y Allen Ginsberg, y mucho menos con Leonard Cohen; el final de un poema es una puerta abierta que te deja mirar y comprender todo lo anteriormente leído, cuando estás de nuevo en las Islas Sarónicas y tras ser amenazado con una ballesta por uno de los mejores productores de la historia; el final de un poema es como la vida misma; cuando simplemente, y lo supiste siempre, desapareces y de ti sólo quedan letras en hojas de papel y tu voz de aguas turbias grabada en acetato…

“La última vez que lo vi, él estaba tratando de conseguir

una mujer, una que no era mujer todavía,

Y la última vez que la vi, ella vivía con un chico,

quien le daba un alma a su habitación vacía y a su cuerpo le daba alegría…

Es como nuestra visita a la luna o a esa otra estrella,

Supongo que no vas a por nada si realmente quieres ir tan lejos…”

-Leonard Cohen (Death of a ladie’s man.)leo3

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