El director encabezará los conciertos del 12 y 14 de febrero.
Con creaciones que marcan un antes y después en el desarrollo de la música, y consideradas como obras maestras del repertorio, tanto del clasicismo como del impresionismo musical, la Orquesta Sinfónica de Yucatán anuncia la presentación este 12 y 14 de febrero de composiciones de Mozart, Haydn y Debussy. Con la participación como director huésped de José Areán, actual titular adjunto de la Filarmónica de la Ciudad de México, la OSY interpretará una de las partituras que rompió los esquemas de la estructura de la sonata y revolucionó la música del siglo XX: el poema sinfónico Preludio a la siesta de un fauno del francés Claude Debussy.
Asimismo, como muestra de uno de los períodos más fecundos e importantes en la historia de la música, el clasicismo, la orquesta interpretará la Sinfonía No. 96 “El milagro” del padre del género, Franz Joseph Haydn y la última obra sinfónica del genio Wolfgang Amadeus Mozart, la Sinfonía No. 41 denominada “Júpiter”. El teatro Peón Contreras, sede de la orquesta, ofrece lugares para los conciertos presenciales a efectuarse el viernes 12 y domingo 14 de febrero, a las 20:00 y 12:00 horas, respectivamente, con las medidas de sana distancia que recomiendan las autoridades de salud, a fin de contribuir al combate al COVID-19. Las presentaciones también podrán seguirse en vivo y gratuitamente en las cuentas oficiales de la Sinfónica, en Facebook y YouTube.
Como director general de la Ópera de Bellas Artes de 2007 a 2009, José Areán, compartió créditos en puestas en escena de óperas y ballets como Macbeth, Carmen, Elixir de amor, El Cascanueces, Romeo y Julieta, Eugenio Onegin y Raymonda, en el Palacio de Bellas Artes. Ha dirigido a los cantantes Ramón Vargas, Rolando Villazón, Fernando de la Mora, Genaro Sulvarán, Jesús Suaste, Alfredo Daza, Jorge Lagunes, María Katzarava, Lourdes Ambriz, Encarnación Vázquez, Irasema Terrazas, y Janice Baird; así como a reconocidos solistas como Philippe Quint, Sarah Chang, Giora Feidman y Jorge Federico Osorio.
Estrenado el 22 de diciembre de 1894, el Preludio a la siesta de un fauno, poema sinfónico para orquesta compuesto por Claude Debussy (1862-1918), es considerado un hito dentro de la música moderna al romper moldes y formas convencionales, plantear un nuevo lenguaje y dar preponderancia a las atmósferas musicales. Para ello, el compositor se inspiró en el poema L’après-midi d’un faune de Stéphane Mallarmé. Posteriormente, Vaslav Nijinsky, creó para los Ballets Rusos de Serguéi Diáguilev un ballet titulado La siesta de un fauno, basado en esta famosa pieza de Debussy.
Según el compositor Pierre Boulez, la partitura de su colega marca el inicio de la música moderna. La melodía cromática en el solo de flauta de la obertura es uno de los pasajes más célebres compuestos para música orquestal. El propio Debussy describió el contenido de su obra: “Se trata de ilustrar la secuencia de escenas sobre los sueños y deseos del fauno en el calor de la tarde. Cansado de perseguir el vuelo de las ninfas y las náyades, sucumbe al sueño en donde puede lograr al fin su deseo de posesión de la naturaleza universal”.
De Franz Joseph Haydn (1732-1809), la OSY, interpretará la Sinfonía No. 96 conocida popularmente como “El milagro”, que es la cuarta de las conocidas como Sinfonías de Londres (números 93-104) y fue estrenada el 11 de marzo de 1791 en el Hanover Square Rooms de Londres. Escrita en cuatro movimientos, la obra se ha mantenido presente en el gusto de los melómanos al igual que la mayoría de las sinfonías del compositor austriaco.
Del mismo modo que otras muchas sinfonías y cuartetos de cuerda de Haydn, varias de las doce Sinfonías Londres llevan un sobrenombre apócrifo o póstumo, “La sorpresa”, “El reloj”, “Militar”, “Redoble de timbal”, “Sinfonía Salomón” y, en este caso, la Sinfonía No. 96 “El milagro”. El sobrenombre de “El milagro” surge de una anécdota que dicen aconteció la noche de 1795, en el King’s Theater de Londres. El primer biógrafo de Haydn, Albert Christoph Dies, anotó que durante el concierto, con teatro lleno, un candelabro cayó sobre la platea pero nadie resultó herido. Un “milagro” ante un hecho que Haydn siempre negó que sucediese.
La Sinfonía nº 41 en Do mayor, K. 551 “Júpiter” fue compuesta por Mozart en 1788 y es la última de sus sinfonías. Johann Peter Salomon, empresario alemán establecido en Inglaterra, dio a esta sinfonía el nombre de la suprema divinidad de la mitología romana, Júpiter, con la idea de reflejar el carácter triunfal, generoso y solemne de la obra. No se sabe si esta obra de cuatro movimientos fue interpretada en vida del compositor, pero alcanzó una gran difusión internacional poco después de su muerte.
Los boletos están disponibles en el teatro Peón Contreras con un costo de 100, 200, 250 y 300 pesos, los cuales puede adquirir también en línea a través de la página web www.sinfonicadeyucatan.com.mx; así como los accesos a la Sala de Virtual de conciertos de la Sinfónica.