Héctor Herrera fue recordado como pilar del teatro regional yucateco.
La grandeza humana y las distintas facetas que caracterizaron a don Héctor Herrera “Cholo”, uno de los iconos más representativos de la escena en Yucatán, fueron destacadas con motivo del homenaje que se le rindió al cumplirse el noveno aniversario de su fallecimiento, ante su busto ubicado en el parque Teatro Regional del fraccionamiento Residencial Pensiones. El acto fue encabezado por la titular de la Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta), Erica Millet Corona, quien estuvo acompañada por los hijos del inolvidable personaje, Fabiola y Jimena Herrera Osorio, Lili Herrera y Héctor Herrera Junior.
En su mensaje, la funcionaria dijo que desde el primer día de la administración del Gobernador Mauricio Vila Dosal se trabaja para institucionalizar el Día del Teatro Regional en Yucatán, pero resaltó que eso se logrará con el apoyo, concurso y acuerdo de la comunidad artística que incursiona en el rubro.
Asimismo, informó que con el respaldo de la Escuela Superior de Artes de Yucatán (ESAY), el patrimonio que representa algunas de las obras de don Héctor ha quedado protegido y preservado, por lo que se seguirá promoviendo su legado a fin de que su memoria continúe siempre viva no sólo en quienes lo conocieron, sino también en las nuevas generaciones. Recordamos y celebramos la vida de don Héctor Herrera “Cholo”, quien supo darle camino y sentido a la producción teatral regional de Yucatán, que de su mano vivió una época de oro; hacemos votos para que permanezca vivo y dando frutos, como él lo hubiera querido, puntualizó.
En su turno, la actriz y viuda del homenajeado, Jazmín López “Tina Tuyub”, subrayó que “Cholo” está en nuestros corazones, su herencia está vigente, pues fue un gran maestro, guía y líder. Añadió que además como artista fue inigualable, porque también era director, productor, escritor, bailarín y músico, y todo eso se reflejó en su trabajo. Fue una persona excepcional, era un caballero, educado y respetable, siempre hablaba de lo bueno que poseían los demás y veía el lado amable de las situaciones. Una buena persona es un gran artista, pero no siempre un buen artista es una buena persona, enfatizó
Para evocar parte de la obra de don Héctor Herrera, Romina y Marco Antonio Ávila Peniche hicieron una representación de cómo actuaban él y Tina Tuyub, quienes durante años fueron un dúo apreciado por la gente. Las bombas, jaranas y la picardía fueron parte de este cuadro que causó risas entre la asistencia. Posteriormente, se montó la primera guardia de honor a cargo de Millet Corona, Jazmín López y los descendientes del tributado, así como la directora de Desarrollo Artístico y Gestión Cultural de la Sedeculta, Ana Ceballos Novelo. En la segunda estuvieron familiares y amigos. Acudieron al evento el director de Promoción y Difusión Cultural de la dependencia, Luis Andrade Castillo, y el actor Mario Herrera Casares “Dzereco”.
Don Héctor Leobardo Herrera Álvarez es descendiente de una dinastía actoral que comenzó con su abuelo, don Héctor Herrera Escalante, en la segunda década del siglo XX. Nació en el barrio de Santiago de la ciudad de Mérida, Yucatán, el 12 de agosto de 1934 y falleció el 4 de agosto de 2010. Hijo de Mario Herrera Bates “Sakuja”, de profesión actor, y de la señora María Elena Álvarez Páramo, también actriz. Su calidad histriónica se impuso y supo inyectar nuevas ideas al teatro regional, al imprimirle su influencia de la comedia musical. En 2005 lleva a su compañía al Festival Internacional Cervantino, en Guanajuato, donde el teatro “Juárez” abre por primera vez sus puertas al género popular, con la obra Sueño de Flamboyanes. En marzo de 2009 recibió el premio Ariel de plata, de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, por su intervención como mejor actor de reparto en la cinta “Lake Tahoe”.
