Cómics alternativos en la gran pantalla II

Cuando los cómics alternativos llegan al cine. En esta segunda parte del recorrido, Rodrigo Vidal Tamayo comenta las adaptaciones internacionales a la gran pantalla.

No sólo en Estado Unidos existe una fuerte industria de la historieta, varios países europeos tienen una larga tradición en la manufactura de tebeos, fumetti, bande dessinée y demás denominaciones de origen para el mismo producto: el cómic. De Japón ni dudarlo, baste decir que son el primer lugar mundial en producción de manga (y no es una obviedad, manga significa cómic) y ya quisieran los gringos que su industria fuera tan fuerte como la de Osamu Tezuka, Akira Toriyama y compañía. Por supuesto que las adaptaciones a la pantalla grande no han escaseado, por lo que en esta segunda parte resaltaremos algunas películas basadas en cómics no estadounidenses.

Forza Italia

Algo curioso de las industrias de entretenimiento italianas es que, en busca de mayores resultados económicos, no se tientan el corazón a la hora de abusar de tópicos o géneros, la mayor parte de las veces de aquellos que no suelen gozar de reputación académica: terror, ciencia ficción, porno, western, péplum y demás delicias para cerebros (y estómagos) curtidos.

Danger: Diabolik

En la historia del fummetto, Diabolik es considerado el título parteaguas entre el cómic infantil y uno más “maduro”. Creado por las hermanas Angela y Luciana Giussani en 1962, Diabolik narra las aventuras de un maestro ladrón que originalmente no conocía la moral. Posteriormente fue suavizado un poco y se le convirtió en una especie de Robin Hood que sólo roba a otros criminales aunque es dudoso que lo entregue a los pobres, porque Diabolik siempre tenía carrazos y demás lujos a su disposición. El cómic se distinguió por los altos contenidos de violencia y sexo, que lo colocaron en el gusto del respetable y fue tal el éxito que para 1968 el gran director Mario Bava dirige Danger: Diabolik, hasta ahora la única película basada en el fummetto.

Esta cinta puede considerarse de culto, pues fuera de Italia es prácticamente desconocida y difícil de conseguir, además de estar realizada de una manera en la que no cualquiera puede disfrutarla, a pesar de que la violencia y el erotismo fueron suavizados a fin de lograr un mayor éxito comercial. Con todo, la cinta vale la pena por las altas dosis de adrenalina que nos hace secretar, la belleza de los actores y actrices y el humor involuntario que contiene, gracias al cual la película se vuelve bastante disfrutable.

Dylan Dog, con Brandon “Superman” Routh.

El otro gran cómic italiano que ha sido llevado a la pantalla es el ya clásico Dylan Dog, adaptado por una productora estadunidense con el título de Dead of night, en donde Brandon Routh (otrora Supermán) interpretó al detective de lo sobrenatural. Dylan Dog es un cómic de terror bastante divertido y entretenido en donde uno de los personajes principales es Groucho Marx, aunque por cuestiones de derechos no aparecerá en la cinta (una lástima, ya que sus intervenciones dentro del fummetto constituyen el alivio cómico a un guion pavoroso). La película es un desastre: aburrida, sin sentido y sin nada que recuerde al cómic original. Un absoluto desperdicio que de seguro no dejó nada contenta a la editorial italiana dueña de sus derechos.

Allez, allez!

De Francia todos conocen a Ásterix y a Tintin, pilares de la bande dessinée. El primero ya cuenta con 9 películas de animación y 4 de acción viva. Estas últimas son una verdadera maravilla dado que han logrado capturar la esencia del cómic de una manera bastante fidedigna, amén de las soberbias actuaciones de todos los participantes. La producción de estas cintas ha sido de las más costosas en la historia del cine francés pero los resultados no pudieron ser mejores, o tal vez sí, si las tres últimas cintas hubieran llegado a otros rincones del mundo (como nuestro país, por ejemplo).

Tintin y el misterio del Toisón de oro

Tintin tuvo sus adaptaciones con actores de carne y hueso hace ya varios ayeres. En la década de los 60, se filmaron dos películas basadas en guiones originales, a diferencia de las de Ásterix que estuvieron basadas directamente en las historietas. Tintin y el misterio del Toisón de oro y Tintin y las naranjas azules son gratos recuerdos para el público francés que las vio y lamentablemente no han sido editadas en algún formato moderno fuera de su natal Francia, por lo que el poder visionarlas está fuera del alcance de la mayor parte del mundo. Dicha situación no cambió ni con Steven Spielberg dirigiendo la primera de las cintas de su planeada trilogía sobre el personaje. La película pasó sin pena ni gloria, debido a su guion atropellado que jamás refleja a un personaje interesante. Ni la participación de Peter Jackson pudo salvar del naufragio a tan enorme licencia.

Watashi wa manga

El manga es la manzana de la discordia para los lectores de cómic occidental, por un lado, están aquellos que pueden leerlo sin prejuicios y, por otro, aquellos que no toleran cualquier indicio de agrandamiento en los ojos (en parte gracias al comportamiento tan “extrovertido” de aquellos que únicamente leen manga). Sin embargo, hay que reconocer que la industria del entretenimiento oriental es una de las más influyentes en el mundo y el cine no podía ser una excepción. Es tan amplia la cantidad de películas que los japoneses y chinos han adaptado del manga al cine (y me refiero al de acción viva, la animación es otro cantar) que lamentablemente sólo me limitaré a mencionar dos películas que sirven de ejemplo para mostrar la grandeza del cine del sol naciente.

Ricky-Oh: La historia de Ricky

La primera es la adaptación del cómic Ricky-Oh, creado por Masahiko Takajo y Saruwatari Tetsuya, titulada en occidente Story of Ricky, donde se narran las desventuras de un personaje que bien pudiera ser Superman venido a menos. La violencia y el gore abundante en esta cinta (baste decir que es considerada la segunda película más sangrienta de la historia) hicieron que el gobierno de Hong Kong le otorgara la temida categoría III, equivalente a la X gringa o la D mexicana, creando un aura de misticismo alrededor de la película.

La segunda es una de las obras maestras del cine de terror japonés. Si bien The Ring mostró al mundo una nueva manera de espantar, fue con Uzumaki con la que se descubrió la gigantesca creatividad que se mantenía oculta tras las barreras lingüísticas e idiosincráticas que nos separan de los países asiáticos. Basada en el manga homónimo de Junji Ito (autor que recomiendo ampliamente dado que sus historias son de lo más original que jamás podrán leer), Uzumaki es una cinta a medio camino entre el terror psicológico y el horror cósmico, teniendo una fuerte influencia de H. P. Lovecraft. Uzumaki significa espiral, y justamente toda la película está filmada de esa forma, creando vórtices de los que el espectador no puede escapar.

Uzumaki (2000)

De lo bueno, poco

Todas las películas antes mencionadas tienen en común que son consideradas de lo mejor entre sus respectivos públicos, sin embargo, el público comiquero es uno de los más difíciles de complacer, aunque a menudo hay razones para detestar las adaptaciones de cómics al cine. A continuación tienen una lista de las que, a título personal, son algunas de las peores películas que han salido del mundo de los cuadritos. No expondré razones por falta de espacio, pero si conocen las obras originales analícenlas y compárenlas, verán que muy lejos no ando:  Catwoman, Constantine, Daredevil, Fantastic Four: Rise of the Silver Surfer, League of Extraordinary Gentlemen y V for Vendetta. Y recuerden, aquella frase tan gastada “hay películas tan malas que resultan ser buenas” es un mito. Si no me creen, pregúntenle a Joel Schumacher…

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